Durante su sobrevuelo más reciente de Mercurio, la nave MESSENGER de la NASA captó otro vistazo de la misteriosa mancha brillante en el planeta más interior del Sistema Solar.
La sonda MESSENGER pasó a apenas 228 km sobre la superficie de Mercurio en su máxima aproximación conforme pasaba a toda velocidad alrededor del planeta durante el sobrevuelo, el último de los tres diseñados para guiar a la nave a su órbita alrededor del planeta en 2011.
La sonda de 446 millones de dólares captó varias nuevas imágenes de Mercurio durante el sobrevuelo, a pesar de un problema menor que retrasó la descarga de algunas de las imágenes.
Una de las nuevas imágenes muestra una brillante mancha en la superficie del planeta, un rasgo que los científicos aún no pueden explicar.
La nueva imagen fue la tercera de la mancha, la cual se observó por primera vez en imágenes de telescopio de Mercurio obtenidas desde la Tierra por el astrónomo Ronald Dantowitz. La segunda imagen se obtuvo por la Cámara de Pequeño Angular de MESSENGER durante el segundo sobrevuelo de Mercurio el 6 de octubre de 2008. En ese momento, la mancha brillante estaba justo en el limbo (borde) del planeta visto por MESSENGER.
Sorprendentemente, en el centro del brillante halo hay una depresión irregular, la cual puede haberse formado a través de procesos volcánicos. El objeto será investigado más en detalle cuando llegue MESSENGER a su órbita final alrededor de Mercurio.
En las nuevas imágenes había también imágenes de las cuencas de impacto, incluyendo una cuenca de doble anillo, con otro gran cráter de impacto en el lado sur-suroeste. Las cuencas de doble anillo se forman cuando un gran meteorito golpea la superficie de un planeta rocoso.
El terreno en el anillo interior o pico parece más liso que el suelo entre el pico y el anillo exterior, posiblemente resultado de flujos de lava que inundaron parcialmente la cuencia un tiempo después del impacto.
Algunos de estos cráteres son relativamente nuevos, formados por impactos más recientes. En Mercurio, como en la Luna de la Tierra, pueden conservarse cráteres de impacto incluso más antiguos debido a que no hay atmósfera que cause erosión y no hay tectónica de placas que recicle la roca, como en la Tierra.
Un conjunto de cráteres de impacto incluso casualmente recuerda a la huella de una pata.
MESSENGER también fue capaz de fotografiar algo del mismo terreno cuando realizó su segundo sobrevuelo, pero esta vez con unas condiciones de luz ligeramente distintas. Distintos ángulos de luz pueden mostrar mejor la topografía de la superficie del planeta.
MESSENGER hizo su máxima aproximación a Mercurio a aproximadamente las 2155 GMT cuando su velocidad era de 19 312 km/h. La sonda voló por debajo de Mercurio, perdiendo la comunicación con la Tierra durante aproximadamente una hora antes de restaurar el contacto.
La nave es la primera sonda en visitar Mercurio desde la misión Mariner 10 de la NASA a mediados de la década de 1970.
La NASA lanzó MESSENGER – abreviatura de Entorno Espacial, Geoquímica y Medida de la Superficie de Mercurio – en 2004. La sonda voló una vez por la Tierra y dos por Venus antes de comenzar sus tres sobrevuelos de Mercurio.
Autor: Andrea Thompson
Fecha Original: 1 de octubre de 2009
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Vía Ciencia Kanija
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