El verdadero origen de los majestuosos "Pilares de la creación", es todavía un misterio. Estás enormes estructuras cósmicas fueron fotografiadas por primera vez porel Telescopio Espacial Hubble en 1995, se hallan en el interior de la nebulosa Aguila e íntegran la imagen tal vez más famosa del Telescopio Espacial Hubble desde su lanzamiento en 1990.
Al contemplar la tremenda belleza de esta imagen, podemos comprender mejor porque es la imagen más popular hasta la fecha del Telescopio Espacial Hubble.
Ahora los investigadores afirman que esta formación podría haberse originado a partir de acumulaciones de gas empujadas por la radiación de las estrellas cercanas hacia áreas en sombras.
Estas acumulaciones de gas se habrían movido hacia regiones más oscuras de gas y polvo creando densos nudos, de acuerdo a nuevas simulaciones. Las sombras que rodean los nuevos nudos habrían actuado como pantallas gigantescas entonces, bloqueando la intensa radiación ultravioleta que pudiera interferir con la posterior formación del gas, según apunta este nuevo modelo.
Esta investigación podría ayudar a los astrónomos a comprender mejor a los "pilares" y otras regiones similares de gas que actúan como capullos estelares, incubando estrellas hasta su nacimiento.
Andrew Lim, investigador astrofísico del Instituto de Dublín de estudios Avanzados explica al respecto: "no existe todavía un consenso claro en la literatura astronómica con respecto a la formación de los pilares, exceptuando que probablemente se originaron a través de procesos de foto-ionización debido a la presencia de estrellas masivas cercanas".
Los procesos de foto-y ionización o foto-evaporación suceden cuando la intensa radiación de estrellas cercanas energiza nubes de gas neutro para crear una capa exterior de gas y ionizado caliente. El gas caliente entonces se expande rápidamente como una explosión y produce ondas de choque que se alejan hasta alcanzar cúmulos de gas, explicó Lim.
El proceso podría explicar cómo se apilaron los "pilares de la creación" de la nebulosa Aguila. Estas enormes columnas de gas y polvo saltaron a la fama en 1995 al ser captadas por el Telescopio Espacial Hubble. La nebulosa Aguila se halla a 7000 años-luz de distancia, un año-luz es la distancia que recorre la luz en un año y equivale a unos 10 billones de kilómetros.
Lim declaró recientemente: "hemos podido crear pilares [virtuales] cuyos tamaños y longevidades son consistentes con lo que inferimos de las observaciones."
Las investigaciones anteriores se limitaban únicamente en estudiar cómo cúmulos de gas solitarios podían llegar a formar estos pilares. El efecto sombra constituye uno de los sospechosos principales que se ocultan en este proceso de formación, aunque la inestabilidad del gas producida por el bombardeo de la radiación podría influir también en el proceso.
Quizá el resultado más sorprendente de las nuevas simulaciones es que los mayores acúmulos de gas no actuarían necesariamente como cimientos de estas estructuras, explicó Lim.
Sin embargo, otro aspecto interesante vendría a partir de realizar el modelo mediante "una fuente puntual" de radiación, como por ejemplo una estrella. El efecto de foto-ionización producido por el bombardeo de radiación tendría entonces una influencia mayor en los nudos gaseosos de forma que potencialmente podrían evolucionar hacia pilares, puesto que los nudos tienen un área superficial mayor que una superficie meramente plana.
Lim explicó a este respecto: "de esta forma el campo de radiación tendría a ser "el martillo que clavarse esclavo que sobresale", haciendo más difícil la formación de un pilar. Éste argumento de nuevo resalta la importancia que el efecto sombra tendría en los pilares recién formados.
Lim y sus colegas utilizaron modelos computacionales en 2-D y 3-D para ensayar diferentes escenarios con múltiples tamaños y configuraciones de gas diferentes. Próximamente planean estudiar los efectos de los campos magnéticos y gravitacionales en "Los pilares de la creación".
En el universo real, los pilares podrían haber sido ya derribados por la acción de una gigantesca explosión supernova, de acuerdo a un estudio previo. Sin embargo, los pilares permanecerán intactos para los observadores en la Tierra durante otros 1000 años y probablemente será posible realizar estudios más detallados, puesto que la luz que vemos ahora abandonó esta región hace varios miles de años.
Los resultados actuales de la simulación serán presentados esta semana en la Semana Europea de la Astronomía y Ciencias del Espacio en la Universidad de Hertfordshire en Reino Unido.
Vía Odisea Cósmica
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