"El Cosmos está constituido por todo lo que es, lo que ha sido o lo que será" Carl Sagan

07 marzo 2009

¿Las ondas gravitatorias tocaron la campana en 1987?

La búsqueda de ondas gravitatorias continúa, pero desafortunadamente ninguno de los buscadores alrededor del mundo ha logrado nada. Sólo ruido. ¿Podría ser esto consecuencia de que la Teoría de la Relatividad General de Einstein tiene un grave fallo? Probablemente no. Aún así la búsqueda de estas esquivas ondas ha eludido a los físicos durante muchos años. Se ha llegado incluso al punto de que los interferómetros láser usados en un intento de detectar los diminutos (y quiero decir DIMINUTOS) cambios en las distancias (cuando las ondas gravitatorias pasan por nosotros, el espacio-tiempo experimenta una comprensión o expansión) se han hecho tan precisos que el director del Fermilab cree que un detector de ondas gravitatorias de Alemania y Reino Unido está empezando a detectar los cuantos del propio espacio-tiempo.

No obstante, ¿alguna vez te ha dado la impresión de estar intentándolo con demasiado ahínco? ¿Qué pasaría si las ondas gravitatorias ya se hubiesen detectado? Digamos, ¿y si las ondas notoriamente difíciles de detectar hubiesen sido encontradas hace unos 20 años sin usar un interferómetro láser? Resulta que un científico al que se pasó por alto puede haber encontrado la respuesta al problema de las ondas gravitatorias usando simplemente algunas barras de aluminio y una supernova bien sincronizada.

He sido un poco duro en el pasado con la búsqueda de ondas gravitatorias, pero parece que aunque se predice que las ondas gravitatorias existen, no importa el empeño que pongamos en encontrarlas, las perturbaciones simplemente no están ahí. En muchos casos es comprensible querer recopilar más datos, el tiempo de exposición es crítico en este tipo de experimentos, pero los físicos realmente no creen que debamos seguir buscando una señal de onda gravitatoria después de tanta inversión internacional y tanto tiempo.

Sin embargo, cuando tenía siete años, y probablemente estaba jugando en el jardín con mi nuevo Lego, Joe Weber, un físico de la Universidad de Maryland, detectó una señal que encajaba con las características de lo que se cree que era una onda gravitatoria. Es más, la detección de Webwe coincidía con la famosa supernova SN1987A (un evento que se teorizó que generaría una potente acción de onda). Dado que se calcula que las ondas gravitatorias viajan a la velocidad de la luz, la luz de SN1987A y su intenso estallido de ondas gravitatorias deberían haber sido coincidentes.

Weber había configurado un aparato de varias barras de aluminio diseñadas para vibrar cuando una potente onda gravitatoria pasara por ella. Aunque su teoría parecía cuadrar, los físicos calcularon que los números de Weber fallaban por varios órdenes de magnitud; era imposible que su equipo detectara ondas gravitatorias, no era lo bastante sensible. Fue ignorado.

No obstante, como se apunta en un reciente artículo escrito por Ashgar Qadir, físico de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología en Rawalpindi, Pakistán, puede haber ciertas condiciones en las que aumente la energía de una onda gravitatoria. Qadir estima que la energía de la onda gravitatoria podría haber aumentado en un factor de 104, una amplificación detectable por el experimento de Weber.

De acuerdo con Qadir, todo depende de la asimetría del evento que generó las ondas gravitatorias. Hasta el momento, sólo se han examinado los efectos de primer orden, pero en ciertas condiciones, efectos de segundo orden entran en juego, amplificando las ondas. Aunque parezca mentira, SN1987A fue una supernova que detonó de una forma que podría haber generado estos efectos de segundo orden, lo que significa que Weber pudo haber detectado una señal después de todo.

Aunque esto no es de ninguna forma una prueba definitiva de que el experimento de Weber funcionó, no sería mala idea volver a examinar los métodos de detección de ondas gravitatorias dado que hasta ahora, los interferómetros que cuestan cientos de millones de dólares han dado muy poco resultado en la detección de ondas gravitatorias, tal vez es hora de que se le de una oportunidad al aluminio.



Autor: Ian O’Neill
Fecha Original: 5 de marzo de 2009
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Vía Ciencia Kanija

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