Los astrónomos informan de una pareja candidata de agujeros negros supermasivos separados apenas un tercio de año luz.
Ilustración artística que muestra un par de galaxias en fusión, cada una de ellas albergando un agujero negro supermasivo en su corazón. Dos astrónomos informan de pruebas de un par de agujeros negros supermasivos, un emparejamiento que puede ser el resultado de una fusión galáctica. P. Marenfeld, NOAO
Dos astrónomos pueden estar viendo doble. Informan de las pruebas de que una galaxia aproximadamente a 4000 millones de años luz de la Tierra alberga no uno, sino dos agujeros negros gigantes. Además, el dúo podría estar separado apenas un tercio de año luz – menos del 10 por ciento de la distancia entre el Sol y el sistema estelar más cercano, Alfa Centauri.
Todd Boroson y Tod Lauer del Observatorio Nacional de Astronomía Óptica en Tucson advierte que sus hallazgos son preliminares. “Este es un candidato, no un agujero negro binario demostrado”, enfatiza Lauer. Pero si posteriores observaciones apoyan el descubrimiento, sería el par de agujeros negros más estrechamente ligado jamás encontrado, según informan los investigadores en el ejemplar del 5 de marzo de Nature.
Los modelos sugieren, y las observaciones han revelado, que la mayor parte de las galaxias masivas tienen un agujero negro en su núcleo. Además, las galaxias a menudo crecen mediante fusiones. En teoría, entonces, el par de agujeros negros orbitando unidos debería ser común, pero en la práctica son muy difíciles de detectar.
Boroson y Lauer analizaron el espectro de aproximadamente 17 500 quásares — las brillantes balizas de luz que se cree que están alimentadas por agujeros negros supermasivos — registrados por el Estudio Digital del Cielo Sloan. El equipo buscaba señales de pares de agujeros negros, y un quásar, apodado SDSS J153636.22+044127.0, encaja en el molde.
El espectro del gas orbitando el quásar muestra dos amplios picos de radiación en luz visible. La amplitud indica que el gas se mueve a gran velocidad, como se esperaría si el material estuviese orbitando muy cerca de un agujero negro. Los dos picos sugieren poderosamente que este quásar yace dentro de un complejo galáctico de dos agujeros negros supermasivos, dice el equipo. Uno de los agujeros negros pesaría el equivalente a aproximadamente 50 millones de soles, el otro a 20 millones de soles.
Otras características en el espectro indican que hay sólo un 0,3 por ciento de probabilidad de que los investigadores hayan sido engañados por la posibilidad de superposición de dos galaxias distintas, apunta Lauer. Tal superposición debería verse en las imágenes tomadas con el Telescopio Espacial Hubble, dice Lauer. “Si vemos dos núcleos, entonces nuestro modelo es incorrecto”, señala.
Pero la mejor forma de confirmar este hallazgo es tomar más espectros, añade. Si el equipo ha encontrado dos agujeros negros que están cerca el uno del otro, entonces la velocidad del agujero negro más pequeño, visto desde la Tierra, debería variar en una escala temporal de sólo un año aproximadamente cuando el cuerpo orbita al agujero negro mayor. Una monitorización cuidadosa del espectro revelaría tal tendencia.
El astrónomo Greg Taylor de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque advierte que otras galaxias que mostraban un par de líneas de emisión amplias han resultado albergar sólo un agujero negro. En esos casos, los dos picos fueron generados por chorros de gas que interactuaron con el material alrededor del único agujero negro supermasivo en el núcleo de la galaxia.
En 2006 Taylor y sus colegas informaron del hallazgo de sólidas pruebas de un par de agujeros negros a 24 años luz de distancia. Esos investigadores usaron el Conjunto de Línea Base Muy Grande, un conjunto de radiotelescopios de la anchura de un continente, para fotografiar directamente las ondas de radio asociadas con cada agujero negro de la galaxia 0402+379. Taylor y sus colegas informaron de nuevos detalles sobre el descubrimiento en un artículo recientemente publicado on-line (http://arxiv.org/abs/0902.4444) y que está previsto que se publique en un próximo ejemplar de Astrophysical Journal.
Para asegurar el nuevo resultado, Taylor sugiere usar el mismo conjunto para buscar un par de objetos emisores de radio en la galaxia estudiada por Boroson y Lauer.
Autor: Ron Cowen
Fecha Original: 4 de marzo de 2009
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Vía Ciencia Kanija
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