Por primera vez, los científicos han sido capaces de observar materia cayendo dentro de agujeros negros supermasivos.
El astrónomo de la Universidad de Melbourne y del Observatorio Anglo-Australiano, Dr. David Floyd y sus colegas han estudiado una región inaccesible a los telescopios hasta el momento. Usando una técnica de última generación llamada microlente gravitatoria, es la primera vez que los científicos han sido capaces de ver cómo los agujeros negros consumen materia.
El Dr. Floyd de la Facultad de Física en la Universidad de Melbourne y el Observatorio Anglo-Australiano, dice que esto conduce a una nueva era en la exploración de los agujeros negros.
“Esta técnica puede estudiar regiones apenas unas pocas veces mayores que el agujero negro del centro de un quásar en cuestión de minutos, en lugar de décadas”.
El material en la vecindad inmediata del agujero negro sufre una comprensión y supercalentamiento extremos. El resultado es un quásar, el cual emite tanta energía en luz visible que puede eclipsar a la galaxia en la que está situado muchas miles de veces.
“El problema es que las regiones que emiten estas ingentes cantidades de energía son tan pequeñas y su distancia a la Tierra tan asombrosamente lejana, que ha sido imposible observarlos directamente, y por tanto, comprender la parte que desempeñan en la evolución del universo”, dice el Dr. Floyd.
“Las condiciones en un quásar son tan extremas que empujan las leyes de la física hasta su punto de ruptura y más allá. Son los aceleradores de partículas del universo. Dan forma a las galaxias y dirigen la evolución del universo”.
Los investigadores usaron una técnica conocida como microlente gravitatoria, donde la luz de un quásar pasa cerca o a través de otra galaxia en su camino hacia la Tierra. La galaxia intermedia actúa como una lente, aumentando y dividiendo la imagen del quásar en varios componentes, cada uno de los cuales debiendo ser analizado.
Usando datos del telescopio Magallanes de 6,5 metros en el norte de Chile y el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, el Dr. Floyd y sus colegas de la Universidad de Melbourne, el Dr. Nick Bate y la Profesora Rachel Webster, han demostrado que aproximadamente el 99 por ciento de la luz visible del quásar en el que han estado trabajando se produce en una región unas mil veces mayor que el propio agujero negro.
“Esto es tan diminuto en términos astronómicos que se necesitaría un telescopio con una lente de 100 kilómetros de diámetro para observarlo directamente”, dice el Dr. Floyd.
“Es emocionante que seamos capaces de estudiar estos fenómenos a esas enormes distancias”, dice. “Estos primeros resultados son sólo una muestra de lo que está por venir”.
El Dr. David Floyd presentó su investigación al público durante Fresh Science – una búsqueda nacional de talentos científicos – en el Museo de Melbourne. Es uno de los 16 ganadores de toda Australia. Fresh Science es un programa patrocinado por el Gobierno Australiano.
Fecha Original: 11 de junio de 2010
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Vía: Ciencia Kanija
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