En la imagen de la izquierda tenemos a Júpiter y en ella se indica su división en zonas y cinturones. La Gran Mancha Roja es una tormenta-huracán que lleva presente en el planeta al menos unos cuantos cientos de años.
Durante el último invierno, ya estaba en marcha el proceso que estaba haciendo desaparecer uno de los cinturones más notables del planeta: el Cinturón Ecuatorial Sur. Con un telescopio de aficionado, a parte de las cuatro lunas galileanas alineadas a un lado y al otro del planeta, se pueden ver dos bandas prominentes de color oscuro, los cinturones ecuatoriales norte y sur. Estos y otros cinturones de Júpiter están separados por zonas de color más claro dándole al planeta un aspecto rayado.
Tanto los cinturones como las zonas más claras se componen de cristales de hielo de amoníaco que se congelan a 108 grados bajo cero, una temperatura fácilmente alcanzable a la distancia a la que se encuentra Júpiter con respecto al Sol. Se cree que los responsables de la coloración de las nubes amarillas, marrones y rojas, son el azufre y el fósforo mezclados con el amoníaco. Esto unido al movimiento del planeta y a los vientos que asolan el mismo hace que los cinturones de nubes se muevan.
El origen de todos estos cinturones y zonas proviene de lo profundo del planeta. Las burbujas de aire más cálidas se elevan hacia la atmósfera superior y se condensan en nubes donde forman bandas cuyos vientos tienen una velocidad de más de 350 millas por hora. El origen de la velocidad de estos vientos radica en la rápida rotación del planeta de 9,9 horas. Este giro tan rápido unido a su naturaleza gaseosa es también la razón de que Júpiter tenga forma de albóndiga achatada y no esférica.
En las siguientes fotografías se puede apreciar el cambio dramático que sufre el planeta en menos de un año. El Cinturón Ecuatorial Sur (SEB) se ha desvanecido dejando sólo el cinturón norte (NEB) visible con telescopios pequeños.
Así que aquí está la sorpresa. El cinturón ecuatorial sur (SEB) se ha desvanecido por completo. Si se observa con un telescopio pequeño el planeta cualquier mañana sólo se verá una banda oscura, el Cinturón Ecuatorial del Norte. Júpiter con una sola banda es casi como ver a Saturno cuando los anillos están de canto e invisibles por un tiempo, o simplemente cuando no se ven bien.
El SEB es una de las áreas más activas en el planeta por los cambios de clima. Cada 3-15 años, el cinturón, que normalmente es de color marrón rojizo oscuro, se divide en dos por la zona sur del cinturón ecuatorial, y desaparece de la vista. Después de algunas semanas o meses se forma una mancha blanca brillante de esa zona y empieza soltando manchas oscuras de material que se estiran en forma de filamentos y óvalos por los fuertes vientos de Júpiter en un nuevo SEB. Dentro de unas semanas (o más) el cinturón de Júpiter estará de vuelta y presentará su familiar doble apariencia a través de un telescopio.
Cuando el Cinturón Ecuatorial Sur se desvanece, la Gran Mancha Roja, aquí vista en la imagen superior en el borde izquierdo del planeta, por lo general se vuelve más oscura y más prominente.
El fenómeno se conoce con el nombre de Perturbación del Cinturón Ecuatorial Sur, y los cambios son lo suficientemente dramáticos como para ver su evolución en una sola noche. Es una oportunidad para los aficionados observar cómo el planeta varía su aspecto en las próximas semanas.
Para encontrar Júpiter, salir una hora antes del amanecer y se verá por encima del horizonte en el cielo este-sureste. Es la "estrella" más brillante que se ve en la zona.
Todas las fotografías de esta noticia están realizadas por Anthony Wesley, el descubridor del impacto de Júpiter el pasado verano.
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Vía: Astrofísica y Física
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