Hace algún tiempo que los astrónomos conocen que en el centro de las grandes galaxias del universo existen agujeros negros supermasivos de millones de veces la masa de nuestro Sol. Ahora, con la ayuda de los telescopios gemelos del Observatorio Keck, los científicos de la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), han conseguido identificar al menos 4 de estos agujeros negros en el núcleo de sus respectivas galaxias. El Observatorio Keck está situado a 4200 metros de altura sobre nivel del mar, en la cumbre del volcán extinto Mauna Kea, en Hawai.
Los telescopios Keck tienen los espejos mayores del mundo detrás del telescopio GRANTECAN en las Islas Canarias. Los telescopio Keck pueden funcionar en una configuración interferométrica y de esta forma funcionar como un telescopio muy potente. La apertura equivalente al observar por interferometría equivale a la línea de base (la separación entre ambos telescopios), aquí de 85 metros.
Los expertos explican que estos agujeros negros son referidos normalmente en sus actuales configuraciones galácticas como Núcleos de Galaxias Activas o Active Galactic Nuclei (AGN). Por primera vez, los dos telescopios fueron capaces de distinguir un cuásar AGN como parte del grupo de 4 galaxias que fueron objeto del nuevo estudio. El grupo está situado a más de 1000 millones de años-luz de distancia de la Tierra, pero los Keck puede resolverlos con facilidad. Ambos telescopios constituyen actualmente los instrumentos más grandes operando en el óptico/infrarrojo. El equipo que realizó el estudio ha utilizado también datos del telescopio United Kingdom Infrared Telescope (UKIRT) para obtener más infromación en las longitudes de onda infrarrojas del espectro electromagnético.
"Los astrónomos han tratado de ver directamente qué sucede en los alrededores de estos agujeros negros súpermasivos", explica el astrofísico Robert Antonucci de la USCB. Antonucci es también coautor de un nuevo estudio que detalla los descubrimientos, que apareció en el número del 1 de diciembre en de la prestigiosa publicación científica Astronomy and Astrophysics. El nuevo trabajo de investigación, explica Antonucci, permitió también a los científicos separar las emisiones procedentes de los AGN en dos categorías distintas: aquellas generadas en las proximidades de los discos de acreción, y las generadas más cerca de la superficie de los propios agujeros negros.
Las nuevas observaciones fueron posibles por la especial disposición de los telescopios Keck. Ambos telescopios están separados 85 metros uno de otro, y pueden ser utilizados conjuntamente, como un poderoso o interferometro óptico con un espejo equivalente de 85 metros. Esto proporciona un gran detalle a grandes distancias, imposible de conseguir anteriormente mediante otros telescopios en tierra. Estos avanzados instrumentos pertenecen a a un consorcio entre el Instituto o de Tecnología de California (Caltech), la Universidad de California, y la NASA. Cada uno de estos telescopios tiene un espejo de 10 metros de diámetro.
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Publicado en Odisea cósmica
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