Herschel ha retornado unas espectaculares vistas de unas nubes de gas frío cerca del plano de la Vía Láctea, revelando una intensa e inesperada actividad. La oscura y fría región está salpicada con fábricas estelares, como perlas en una cuerda cósmica.
El 3 de septiembre, Herschel apuntó su telescopio hacia una reserva de gas frío en la constelación de la Cruz del Sur cerca del plano galáctico. Conforme el telescopio barría el cielo, los instrumentos de la nave Receptor de Imágenes Espectral y Fotométrico (SPIRE), y la Cámara y Espectrómetro de Conjunto de Fotoconductores, PACS captaron las imágenes. La región está situada a aproximadamente 60° del Centro Galáctico, a miles de años luz de la Tierra.
Las cinco longitudes de onda infrarrojas originales han sido codificadas en colores para permitir a los científicos diferenciar el material extremadamente frío (rojo) de la materia de alrededor ligeramente más cálida (azul).
Las imágenes revelan la estructura en el material frío de nuestra galaxia como no lo habíamos visto nunca antes, e incluso antes de un análisis detallado, los científicos han recopilado información sobre la cantidad de material, su masa, temperatura, composición y si está colapsando para formar nuevas estrellas.
Que un área oscura y fría como ésta estuviese muy activa, fue algo inesperado. Pero las imágenes revelaron una cantidad sorprendente de agitación: el material interestelar se condensa en filamentos continuos e interconectados que brillan a partir de la luz emitida por las estrellas recién nacidas en distintas etapas del desarrollo. La nuestra es una galaxia incansable que constantemente forja nuevas generaciones de estrellas.
Las estrellas se forman en entornos fríos y densos, y en estas imágenes es fácil localizar los filamentos de formación estelar que serían muy difíciles de aislar en una imagen de una única longitud de onda.
Tradicionalmente, en regiones abarrotadas como esta, situados en el plano de nuestra galaxia y con muchas nubes moleculares a lo largo de la línea de visión, los astrónomos han tenido dificultadres para resolver los detalles. Pero los sofisticados instrumentos infrarrojos de Herschel facilitaron la tarea viendo a través del polvo que es opaco a la luz visible, y observando el brillo del propio polvo. Estas observaciones no son posibles desde el suelo.
El resultado es una visión de una increíble red de estructuras de filamentos, y características que indican una cadena de eventos de formación estelar casi simultáneos, brillando como cuerdas de perlas en las profundidades de nuestra galaxia.
Fecha Original: 2 de octubre de 2009
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Vía Ciencia Kanija
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