Cuando los agujeros chocan

Esta imagen de NGC 6240 contiene nuevos datos de rayos-X del Telescopio Chandra (en la imagen aparecen en rojo, naranja y amarillo) combinados con una imagen óptica tomada con el Telescopio Espacial Hubble hecha pública en 2008. Los dos agujeros negros están a apenas 3000 años-luz de distancia entre sí y son los puntos brillantes en el medio de la imagen.

NGC 6240. Crédito de la imagen: X-ray: NASA/CXC/MIT/ C.Canizares, M.Nowak; Optical: NASA/STScI

Los científicos creen que estos agujeros negros están tan próximos porque están orbitándose en trayectorias espirales el uno al otro, en un proceso que comenzó hace 30 millones de años. Se estima que los dos agujeros negros acabarán fusionándose en uno mayor en unas decenas o centenares de millones de años.

Descubrir y estudiar la fusión de agujeros negros se ha vuelto un campo muy activo de la investigación astrofísica. Desde 2002, ha habido un creciente interés en las sucesivas observaciones de NGC 6240 por Chandra y otros telescopios, al igual que se realizan búsquedas de sistemas similares. Comprender lo que sucede cuando éstos exóticos objetos sufren colisiones unos con otros resulta una intrigante cuestión para los científicos.

La formación de sistemas múltiples de agujeros negros supermasivos debería ser común en el universo, puesto que muchas galaxias sufren colisiones y fusiones con otras, la mayor parte de las cuales contienen agujeros negros supermasivos. Se cree que los pares de agujeros negros supermasivos pueden explicar parte de el extraño comportamiento observado en los agujeros negros supermasivos que crecen rápidamente, como es la distorsión y la curvatura vista en los potentes chorros que producen. También son interesantes puesto que los pares de agujeros negros supermasivos en un proceso de fusión se espera que sean las fuentes más potentes de ondas gravitacionales del universo.

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Publicado en Odisea cósmica