Las observaciones realizadas por la misión europea Venus Express han aportado nuevas y fuertes evidencias de que el viento solar ha arrancado cantidades significativas de agua de nuestro planeta vecino.
Los datos también arrojan luz sobre la transferencia de los gases traza en la atmósfera de Venus y en sus patrones de viento. Los resultados fueron presentados en el Congreso Europeo de Ciencias Planetarias de Postdam, Alemania.
Los instrumentos SPICAV y VIRTIS abordo de la sonda se han empleado para medir las concentraciones de vapor de agua en la atmósfera de Venus a altitudes que varían entre 10 y los 110 km, muy por encima de las cimas de nubes. Los estudios desarrollados por los científicos de Bélgica y Rusia han descubierto que la relación de agua pesada, que contiene el isótopo deuterio el lugar del hidrógeno, tiene una abundancia doble por encima de las nubes comparado con su valor en la baja atmósfera.
"El vapor de agua es una especie muy rara en la atmósfera de Venus: si estuviera en forma líquida ahora, apenas cubrirían la superficie de Venus con unos pocos centímetros de agua. Sin embargo, creemos que Venus tuvo una red de grandes volúmenes de agua y que desde entonces se han escapado al espacio o han sido arrancados por el viento solar. Estos resultados de Venus Express que muestran que el agua pesada que contiene deuterio no ha podido escapar de la gravedad de Venus tan fácilmente como el agua normal. Este enriquecimiento y agua pesada aporta una fuerte evidencia de que la pérdida de agua está sucediendo en la alta atmósfera y de que Venus fue probablemente más húmedo y más parecido a la Tierra en el pasado distante", explicó que el Dr Emmanuel Marcq del Laboratorio LATMOS en Francia.
Un equipo dirigido por él Dr Marcq ha empleado SPICAV para estudiar la variación de dióxido de azufre con la latitud y ha descubierto que existe una disminución gradual de las concentraciones del gas hacia los polos.
Marcq declaró al respecto: "Esto se ajusta bien con nuestro conocimiento de la circulación global. La energía procedente del Sol se redistribuye de forma que la atmósfera se levanta cerca del ecuador y de subsecuentemente se hunde hacia los polos. También vemos una disminución de las cantidades de dióxido de azufre en la alta atmósfera, donde es destruido por la radiación ultravioleta. Globalmente, nuestras medidas confirman la tendencia a la baja de las concentraciones de dióxido de azufre desde las primeras mediciones realizadas en la década de los 70, lo que indica que puede haber un mecanismo activo en Venus, aunque nunca ha sido observados directamente hasta ahora."
El equipo VIRTIS y VMC ha podido medir la velocidad del viento a distintas altitudes de la atmósfera de Venus analizando observaciones obtenidas en diferentes longitudes de onda. Las cimas de nubes a una altitud de 70 km reflejan la luz visible y ultravioleta en la cara diurna. La baja atmósfera puede verse en el lado nocturno en longitudes de onda infrarroja, a través de unas ventanas estrechas del espectro (llamadas ventanas de transparencia) en las cuales la radiación escapa de la baja atmósfera y la superficie."
Las observaciones de la capa inferior de nubes en un periodo de dos años muestran que el viento es bastante constante en el tiempo y que no existen efectos estacionales u observaciones ligadas a la posición del sol en el cielo de Venus. Un estudio dirigido por él Dr Ricardo Hueso de la Universidad del País Vasco, ha descubierto que las variaciones en la intensidad del viento ocurren de vez en cuando, especialmente en las regiones son polares cercanas a 65° sur de latitud.
"Las variaciones parecen estar conectadas con el vórtice polar, que puede afectar latitudes más allá de su situación promedio, sin embargo no tenemos todavía una explicación de por qué ocurre esto", explicó el doctor Hueso.
Los estudios previos habían mostrado que las velocidades de los vientos Este-Oeste son muy altos, alcanzando unos 400 km/hora en las nubes altas en latitudes ecuatoriales, y 230 km/hora en las nubes bajas en latitudes tropicales. Sin embargo, el nuevo análisis muestra también que casi no existe viento en dirección meridional (Norte-Sur) entre la regiones tropicales y latitudes subpolares en las nubes bajas, lo cual está en contraste con las velocidades del viento de alrededor de 35 km/hora de las nubes altas que fluyen de los trópicos a los polos transportando calor. Extrañamente, existen estructuras particulares en las nubes bajas que pueden viajar a un al norte y al sur en esta región con velocidades apreciables de hasta 40 km/hora.
Hueso concluye: "la mayoría de las estructuras nubosas en las nubes bajas no viajan en dirección meridional, pero a veces algunas viajan hacia el norte y otras hacia el sur. El promedio de todos estos movimientos turbulentos y caóticos se acerca mucho a cero, pero en ocasiones algunas estructuras pueden viajar a velocidades relativamente altas de 40 km/hora hacia el norte o al sur. Cuando hayamos podido analizar mejor esto es movimientos turbulentos en las nubes bajas, podríamos descubrir importantes pistas sobre el origen de la super-rotación atmosférica y finalmente resolver el gran misterio de por qué los vientos de Venus viaja más rápido que en la rotación del planeta."
Crédito de la imagen: equipos ESA/VIRTIS y VMC
Vía Odisea Cósmica
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