El 13 de marzo de 2009 se cumplieron 79 años del anuncio del descubrimiento de Plutón. En aquel momento se lo consideró un planeta, hoy ya no es tal.
No importa si algunos siguen creyendo que Plutón es un planeta, otros que es un mero planeta enano —como yo— o una bola de hielo (clic en la imagen para ampliarla; crédito Poor Pluto de Mathias Pedersen), o si para la mayoría el nombre sólo se parece al de un personaje de dibujos animados, porque aún así es un cuerpo astronómico muy interesante. Y hoy en día los astrónomos saben mucho más sobre este planeta enano que en 1930.
Estas razones llevaron a Phil Plait —defensor de la planetidad de Plutón— a publicar todo lo que se sabe sobre Plutón en diez breves secciones, como en su momento hizo con la Galaxia de la Vía Láctea. Por mi parte, como las estadísticas del blog dicen que el tema de Plutón interesa y bastante, me pareció una buena idea ir traduciendo y publicando estas secciones durante los próximos días.
La composición de Plutón
Se lo conoce como un mundo helado pero el 70 por ciento del interior de Plutón es rocoso.
Sabemos que Plutón está helado porque los científicos pudieron determinar la composición de su superficie: si se toman espectros de un objeto —se descompone la luz en colores, como un arco iris— es posible determinar cuáles son los materiales que lo constituyen. Como también conocemos el tamaño de Plutón y su masa, podemos averiguar la densidad del planeta enano, ya que ésta se calcula dividiendo la masa por el volumen.
Resultó ser que Plutón tiene una densidad de unos 2 gramos/centímetro cúbico, esto es, aproximadamente la densidad de la roca. ¡Pero la densidad del hielo es de menos de 1 gr/cc! Por lo tanto, como la superficie está helada (clic en la imagen para ampliarla), eso quiere decir que el interior de Plutón debe estar constituido por roca. Algunos estudios muestran que esta conclusión debe ser cierta y, de hecho, Plutón en general debe ser más rocoso que incluso algunas de las lunas que, como Ganímedes y Titán, se encuentran más cerca del Sol.
Por cuanto la superficie y el interior de Plutón son diferentes, en algún momento del pasado el planeta enano debió haber sido parcialmente líquido. Las cosas livianas flotan y las densas se hunden, en consecuencia el material rocoso se hundió en el interior de Plutón y el más liviano, como el nitrógeno y el metano, subieron a la superficie. Por otra parte, todavía debe haber metano atrapado en el interior de este cuerpo. Cuando cada 250 años Plutón se acerca al Sol, el metano de la superficie pasa directamente del estado sólido al gaseoso y al ser tan liviano puede escapar del planeta enano. De aquí se infiere que debe haber alguna fuente del mencionado hidrocarbuno por debajo de la superficie porque si no existiera esa fuente Plutón habría perdido hace eones todo el metano.
Por lo mencionado más arriba es claro que hay mucho más en Plutón de lo que parece. Y por eso fue una muy buena idea haber enviado una nave a ese sistema. Porque es un mundo pequeño pero extraño y necesitamos echarle una mirada mucho más profunda.
Aquí encontrarás el resto de la serie.
Fuente: Bad Astronomy Blog (en inglés).
Vía El Sofista
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