El Planeta Tierra – y toda la vida que hay en él – tuvo un inicio explosivo, revelaron hoy los científicos.
El Planeta Tierra – y toda la vida que hay en él – tuvo un inicio explosivo, revelaron hoy los científicos. Han encontrado pruebas concluyentes de que el polvo cósmico del que todo procede de viejas estrellas que se rompieron en pedazos – un evento conocido como supernova.
Un equipo internacional de astrónomos estudió los restos de una explosión estelar masiva, llamada Cassiopeia A, a 11 000 años luz de distancia.
Usando el telescopio espacial Spitzer de la NASA, encontraron suficiente polvo cósmico procedente de la explosión como para formar 10 000 planetas del tamaño de la Tierra.
Los astrónomos apreciaron hace mucho tiempo que el polvo cósmico se dispersa por todo el universo ayudando a las estrellas a empezar su ignición y formar sistemas solares. Pero existía una controversia en torno a sus orígenes.
El Dr. Haley Gómez, de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Cardiff, fue parte del equipo que analizó las imágenes de Cas A procedentes del telescopio buscador de calor Spitzer. Los detectores sensibles al infrarrojo del observatorio espacial revelaron de forma concluyente que los granos de polvo proceden directamente del estallido de supernova.
La investigación demostró que Cas A tuvo en un tiempo 30 veces la masa de nuestro Sol pero sólo le llevó 10 millones de años alcanzar la etapa de explosión, cuando proporcionó una rápida fuente de polvo. Los granos de polvo se encontraron formando parte de proto-silicatos, dióxido de silicio, óxido de hierro, piroxeno, carbono, óxido de aluminio y otros compuestos, todos situados en el mismo lugar que el gas de la supernova.
El líder del equipo el Dr. Jeonghee Rho, del Centro de ciencia de Spitzer de la NASA dijo: “Ahora podemos decir sin ambigüedades que el polvo – y gran cantidades del mismo – se formó en la eyección de la explosión de Cassiopeia A”.
Los científicos dicen que el polvo que observaron está relativamente caliente (100 grados Kelvin, o menos 173 grados Celsius) y por esto han sido incapaces de confirmar el origen de polvo mucho más frío (20 grados Kelvin o menos 253 grados C) vistos en galaxias distantes. Los científicos de Cardiff están trabajando en cámaras para un nuevo telescopio espacial europeo, llamado Herschel, que está previsto para su lanzamiento en julio.
El Dr. Gómez dijo: “Por el momento nos estamos perdiendo algo. El polvo que Spitzer está observando está bastante caliente. Pensamos que hay polvo más frió en esa zona, el cual Spitzer no puede ver. Esperamos que Herschel nos permita ver el polvo más frío. Herschel podría cambiar completamente nuestra forma de ver el universo”.
El descubrimiento del equipo de que somos polvo de estrellas se publicará en la revista Astrophysical Journal.
Autor: Paul Sutherland
Fecha Original: 7 de enero de 2008
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Fuente: Ciencia Kanija
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