Durante milenios, se pensó que los cometas eran presagio de maldiciones.
Durante milenios, se pensó que los cometas eran presagio de maldiciones. En lugar de esto, resolver los misterios en torno a estas “sucias bolas de nieve” podría ayudar a revelar la parte que desempeñaron en el nacimiento de la vida en la Tierra, así como los secretos en torno al resto de la galaxia.
¿Los cometas ayudaron a crear los océanos de la Tierra?
Durante años los científicos pensaron que los cometas que impactaron contra la Tierra recién nacida ayudaron a traer el agua a un planeta seco en esa época. Pero aproximadamente hace una década esta visión se vio sacudida por el descubrimiento de que el agua de los cometas y los océanos de la Tierra no encajaban en términos de isótopos de hidrógeno.
Los cálculos demostraron entonces que era altamente improbable que las suficientes rocas heladas de la que se sospecha es la casa de los cometas — el cinturón de Kuiper más allá de Neptuno y nube de Oort aún más lejana — podrían haber colisionado con la Tierra para proporcionar los océanos.
En los últimos dos años, no obstante, los investigadores han descubierto cometas en la parte más externa del cinturón de asteroides. Estos “cometas del cinturón principal” pueden tener los niveles adecuados de isótopos de hidrógeno, y están tal vez lo bastante cerca de la Tierra como para haber traído en realidad los mares en los que surgió la vida.
“Nadie sabe con certeza aún de dónde proceden los océanos de la Tierra”, dijo el astrofísico de la Universidad de Hawai David Jewitt. “Los océanos de la Tierra probablemente son una mezcla de agua procedente de todo tipo de lugares, pero los cometas del cinturón principal son muy probablemente uno de ellos”.
¿De dónde vienen los cometas?
Los lugares que se sospecha que son el hogar de los cometas incluyen la nube de Oort, el cinturón de Kuiper y ahora el cinturón de asteroides. Pero, ¿existen más reservas de cometas aún por descubrir?
La nube de Oort es una nube teórico de rocas heladas aproximadamente a 7,5 billones de kilómetros del sol que se piensa que es la fuente de los cometas de periodo largo — es decir, aquellos que necesitan más de unos pocos siglos para completar sus órbitas. Durante algún tiempo se pensó que era también el origen de los cometas de periodo corto también, hasta que los cálculos sugirieron que era imposible.
Hace aproximadamente 20 años, se propuso el cinturón de Kuiper a 7,5 mil millones de kilómetros del Sol como el hogar de los cometas de periodo corto. “Pero las medidas tomadas en los últimos años generan dudas sobre esto”, explicó Jewitt. “Puede que existan otras reservas de cometas aún por descubrirse”.
¿Secretos sobre el nacimiento del Sistema Solar?
Durante mucho tiempo se pensó que los cometas eran reliquias primordiales, restos prístinos del disco protoplanetario que en un tiempo rodeó nuestro Sol recién nacido. De esta forma se supuso que podrían contener secretos intactos de miles de millones de años en torno al nacimiento de nuestro Sistema Solar.
Cada vez más, sin embargo, parece como si los cometas que vemos estuviesen de todo menos intactos. En lugar de esto, “hay buenas evidencias de que muchos de ellos están casi chamuscados por completo, sin el tamaño, masa, forma ni giro que debieron haber tenido antes de entrar en el Sistema Solar”, dijo Jewitt.
Aún así, “dado que los cometas están helados, no se cocinaron por completo, y podemos aprender mucho sobre la formación del Sistema solar a partir de los compuestos químicos atrapados en sus hielos”, añadió.
¿Cometas tan cerca del Sol?
Los cometas del cinturón principal son en sí un misterio. Hasta su descubrimiento, los investigadores había supuesto en su mayoría que ningún cometa podría haberse mantenido tan cerca del Sol sin cocerse en pocos siglos o milenios.
Las sucias cubiertas de los cometas del cinturón principal podrían haberlos protegido de la luz solar durante miles de millones de años. Cada vez que rocas de un metro o más que pululan por el cinturón de asteroides podrían golpear a estos cometas, eliminando su hielo y disparando las columnas de gas y polvo que descubrieron en primer lugar.
“Esperamos encontrar pronto muchos cientos o miles de cometas del cinturón principal”, dijo Jewitt.
¿Cometas interestelares?
Cuando se formó nuestro Sistema solar, los cálculos predecían que el tirón gravitatorio de los planetas habría dispersado entre el 90 y el 99 por ciento de todos los cometas que alguna vez orbitaron el Sol hacia otras estrellas, para no volver a ser vistos jamás. “Si cada estrella hace esto, entonces se esperaría que alguno de esos cometas viniese hacia nosotros, pero no se ha observado ninguno de tales objetos”, dijo Jewitt.
Aún así, con la mejora de las técnicas y telescopios astronómicos, Jewitt se mantiene optimista sobre que tales cometas interestelares serán detectados pronto. Estos cometas se mostrarían muy distintos, volando a grandes velocidades y siguiendo trayectorias completamente distintas a las órbitas que siguen nuestros cometas.
“Podríamos ver cometas interestelares por primera vez en los próximos años”, predice Jewitt. “Sería fantástico ver uno, especialmente si tenemos los medios para lanzar una misión a uno, obtener muestras y observar la diversidad de los cometas en un contexto galáctico e interestelar. Pero primero debemos encontrar uno”.
Autor: Charles Q. Choi
Fecha Original: 24 de diciembre de 2007
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Fuente: Ciencia Kanija
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