"El Cosmos está constituido por todo lo que es, lo que ha sido o lo que será" Carl Sagan

27 enero 2008

Investigadores observan un meteoro extra-galáctico

La creencia común es que todos los meteoros provienen del interior de nuestro Sistema Solar.

Se piensa que la mayoría de los meteoros sin piezas polvo cometario o fragmentos de asteroides que entran en la atmósfera de la Tierra y se queman antes de impactar con el suelo, dejando una incandescente cola conocida como “estrellas fugaces”. Pero una reciente observación podría abrir un hueco en la idea de que estas rocas espaciales provienen sólo de la vecindad inmediata de nuestro Sistema Solar. Un grupo de astrónomos de Rusia creen haber observado un meteoro de origen extra-galáctico.



El 28 de julio de 2006, Victor Afanasiev de la Academia Rusa de las Ciencias estaba realizando observaciones usando un telescopio de 6 metros equipado con un espectrómetro de rendijas múltiples. Por casualidad, observó el espectro de un débil meteoro cuando se quemaba en la atmósfera de la Tierra, y mirando en los datos, encontró diversas anomalías. Lo primero fue la velocidad a la que el meteoro viajaba. Este meteoro golpeó la atmósfera a 300 kilómetros por segundo, lo cual es extraordinario. Sólo aproximadamente un 1% de los meteoros tienen velocidades por encima de 100 km/s, y ningún meteorito de observaciones anteriores había alcanzado velocidades de cientos de km/s. Por tanto, ¿de dónde vino este meteoro?

Dado que la Tierra se mueve alrededor del centro galáctico a aproximadamente 220 km/s, Afanasiev dice que el origen del meteoro no puede ser explicado fácilmente mediante referencias a la Vía Láctea. Parece que proviene de la dirección en la que viajan la Tierra y la Vía Láctea alrededor del centro de nuestro grupo local de galaxias. “Este hecho nos lleva a concluir que observamos una partículas intergaláctica, que está en reposo con respecto al centro de masas del Grupo Local y el cual fue “golpeado” por la Tierra”, dicen Afanasiev y su equipo en su artículo.

Afanasiev también apunta que el espectro del meteoro mostró que estaba hecho de hierro, magnesio, oxígeno, yodo y nitrógeno. Estos materiales, particularmente los metales, se forman en el interior de las estrellas. Adicionalmente, los análisis espectrales mostraron las características típicas de los materiales que son calentados fuertemente a temperaturas de 15 000–20 000K. Afanasiev dice que esto difiere ampliamente de las rocas de materiales de tipo terrestre y sugieren materiales extrasolares o pre-solares.

Otra diferencia es el tamaño del meteoro. Los investigadores calcularon que el meteoro tenía varias decenas de milímetro de tamaño. Esto es dos órdenes de magnitud mayor que los granos de polvo interestelar de nuestra galaxia. Estiman su tamaño integrando la ecuación de masa perdida junto con la ecuación de variación de densidad de la atmósfera. El equipo de investigación apuntó que el tamaño estimado, que admiten que procede de “suposiciones bastante groseras, concuerdan con los parámetros esperados de la velocidad de meteoros interestelares, que podría llegar a ser de 500 km/s.

El equipo realizó más tarde observaciones para ver si otros meteoros podría tal vez proceder de fuera de nuestra galaxia. En un total de 34,5 horas de observación durante octubre-noviembre de 2006, observaron 246 meteoros, 12 de los cuales tenían la velocidad y dirección adecuadas para haber procedido de fuera de nuestra galaxia.

Afanasiev y su equipo dicen que hay muchas cuestiones por responderse acerca de sus hallazgos. Por ejemplo, cómo las partículas de polvo ricas en metal llegaron a formarse en el espacio extra-galáctico, y por qué los tamaños de las partículas extra-galácticas son dos órdenes de magnitud mayores (y su masa seis órdenes de magnitud mayores) que los meteoros comunes. También, si el polvo extra-galáctico rodea las galaxias, ¿podría este ser observado con telescopios infrarrojos como el Telescopio Espacial Spitzer? Y ¿está este polvo distribuido a partes iguales por el universo o podría encontrarse en cúmulos que podrían aparecer en forma de irregularidades en el fondo de microondas cósmico, observado por WMAP (Sonda de Anisotropía de Microondas Wilkinson)?

Con todos nuestros increíbles observatorios como Hubble, Spitzer, Chandra, etc, tenemos la oportunidad de ver más allá de nuestra galaxia. Pero ahora tenemos pruebas de que realmente también podríamos estar interactuando con material extra-galáctico.

Artículo original en Arxiv.


Autor: Nancy Atkinson
Fecha Original: 25 de enero de 2008
Enlace Original


Fuente:
Ciencia Kanija

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