"El Cosmos está constituido por todo lo que es, lo que ha sido o lo que será" Carl Sagan

11 octubre 2010

¿Alguien podría llamar hogar a Gliese 581g?

Bueno, finalmente lo han hecho. Aunque los astrónomos han detectado cerca de 500 planetas extrasolares en los últimos 15 años, todos han sido regalos de Navidad que, una vez abiertos, no fueron tan emocionantes. Consistían en mundos que eran demasiado grandes y demasiado calientes o fríos para que allí pudiera existir vida tal como la conocemos. Ahora, finalmente, los investigadores han descubierto un planeta que podría ser un primo de la Tierra.

Esta es una buena noticia, ya que comienza a corregir un hecho desalentador: hemos encontrado muy pocos sistemas solares parecidos al nuestro. Hace años, los astrónomos suponían alegremente que otros sistemas seguirían el mismo modelo del Sol; planetas pequeños y rocosos (y potencialmente habitables) que orbitan cerca de su estrella anfitriona, y con gigantes malolientes que orbitan más lejos.
Sin embargo, muchos de los planetas encontrados en los últimos 15 años han marchado al ritmo de un tambor diferente, mundos gigantes que abrazan a su estrella con tanta fuerza que un año puede ser tan corto como 100 horas.

Claro, los llamados "Júpiter calientes" son interesantes desde el punto de vista astrofísico. Desafiaron a los investigadores a entender cómo se formaron y cómo se las arreglaron para llegar a órbitas tan cercanas a su estrella. Pero, dejando la astrofísica a un lado, estos mundos ardientes claramente no eran el tipo de lugares donde la vida podría establecerse. Eso sería biología en un explosivo horno.

En otras palabras, los cazadores de planetas volvían del campo con el tipo de trofeo equivocado. Los planetas similares a la Tierra no eran parte del premio.

Los astrónomos explicaron que esto se debía simplemente a lo que se llama "efectos de selección". Sus técnicas de búsqueda estaban adaptadas a la búsqueda de planetas grandes y cercanos a sus soles. Así que cuando se preguntó "¿dónde están nuestros dobles planetarios?", muchos astrónomos silbaron en la oscuridad: Claro, manifestaron, podría haber muchos mundos similares a la Tierra por ahí, pero necesitamos otras técnicas para encontrarlos.

Ahora hay cada vez mayores razones para pensar que este optimismo está justificado. Los investigadores que utilizan el telescopio Keck en Hawaii han descubierto un planeta que podría, al menos en principio, estar inundado por océanos y cubierto con una atmósfera. El planeta se encuentra en el sistema de la estrella Gliese 581, a sólo 20 años-luz de distancia.

Pero hay que tener en cuenta que éste no es un gemelo idéntico a la Tierra. Gliese 581 es una pequeña estrella enana, con sólo una fracción del tamaño y el brillo de nuestro sol. Por lo tanto, los planetas que se encuentran en la llamada "zona habitable", es decir, a la distancia adecuada para que posiblemente existan océanos líquidos en su superficie, estarán en órbitas más pequeñas en relación al Sol mucho más caliente. El nuevo planeta está en una pista tan estrecha alrededor de su estrella que ha sucumbido a lo que se llama "bloqueo de marea". Esto significa que uno de los lados del planeta enfrenta constantemente a Gliese 581, así como un lado de la Luna siempre enfrenta a la Tierra.

Así que un hemisferio de este nuevo mundo, que tiene un diámetro sólo un 50% más grande que la Tierra, será sustancial y permanentemente más caliente que el otro. Pero el bloqueo de marea no tiene por qué excluir la vida, la que podría establecerse en algún punto entre el lado asoleado y la oscuridad de este mundo.

La pregunta obvia es: ¿podría este nuevo planeta tener habitantes? No lo sabemos todavía, aunque ha habido al menos un intento de averiguarlo. El Instituto SETI, como parte de un estudio de diez años de cerca de mil sistemas estelares, apuntó dos veces sus antenas en la dirección de Gliese 581, con la esperanza de captar señales de radio que probaran que alguien estaba en casa. Ninguna transmisión fue descubierta.

Esto debería provocar decepción, pero no desaliento. Después de todo, alguien podría haber mirado a la Tierra con un radiotelescopio durante la mayor parte de su historia de 4,5 mil millones de años, y no encontrar señales. Incluso si este mundo recién encontrado estuviera cubierto de criaturas, podrían ser especies que aún no son capaces de construir un transmisor de radio.

Lo importante del reciente descubrimiento de Gliese 581g no es que debemos esperar encontrar algunos 'Gliesenes', sino que los primos planetarios de la Tierra pueden, en efecto, ser tan comunes como los copos de maíz. Y si eso es cierto, entonces nuestras expectativas de encontrar homólogos a la Tierra entre las estrellas recibirá un significativo impulso.

Fuente

Vía: Cosmo Noticias

0 comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son responsabilidad únicamente de sus autores y no refleja necesariamente el punto de vista de este sitio.
NO insultes a nadie.

ir arriba