"El Cosmos está constituido por todo lo que es, lo que ha sido o lo que será" Carl Sagan

01 septiembre 2009

¿Y si el boleto a Marte es sólo de ida?

Enviar astronautas a Marte sería extremadamente costoso. Tanto para enviarlos como para traerlos a casa. ¿Y si no los traemos? La controvertida sugerencia proviene de Lawrence Krauss.

En un artículo de opinión que apareció ayer en The New York Times, Lawrence M. Krauss, director de la Iniciativa Orígenes de la Universidad de Arizona, nos propone repensar la llegada del hombre a Marte.

Traducimos a continuación algunos párrafos de su artículo "A One-Way Ticket to Mars":

El impedimento más desafiante para el viaje humano a Marte no parece involucrar el complicado lanzamiento, propulsión, tecnologías de orientación y descenso, sino la radiación del Sol.

Para asegurar que los astronautas no reciban una dosis letal de radiación solar se necesitaría agregar protección a la nave, conviertiéndola en muy pesada. Tanto, dice Krauss, que la cantidad de combustible necesaria se haría prohibitiva.

Hay, sin embargo, una manera de superar el problema y reducir el costo y requirimientos técnicos, pero demanda que nos hagamos la irritante pregunta: ¿Por que estamos tan interesados en traer a los astronautas de Marte de vuelta a casa?

Mientras la idea de enviar astronautas parece descartable de buenas a primeras, el argumento de un boleto sólo de ida tiene raíces históricas y prácticas. Los colonialistas y peregrinos rara vez dejaban el Nuevo Mundo con la expectativa del viaje de vuelta, usualmente porque los lugares que dejaban atrás eran bastante intolerables de todas formas. Dentro de un siglo o dos convertiremos a todo el planeta en un lugar del que muchas personas estarían deseosas de partir.

Más aún, una de las razones que muchas veces se dan para enviar humanos al espacio es que necesitamos ir más allá de la Tierra si queremos mejorar las posibilidades de nuestra especie de sobrevivir. Esto requiere que algunas personas se vayan y no regresen.

Hay más razones inmediatas y pragmáticas para considerar misiones espaciales de exploración de una sola vía.

Primero, el dinero. Mucho del costo de un viaje a Marte se gastaría en el viaje de vuelta. Si el combustible para el retorno es llevado en la nave, se incrementa enormemente la masa de la misma, lo que a su vez requiere más combustible.

El presidente de la Sociedad Marciana, Robert Zubrin, ha ofrecido una posible solución: dos naves, enviadas separadamente. La primera no llevaría humanos y, una vez allí, combinaría a bordo hidrógeno con dióxido de carbono de la atmósfera Marciana para generar el combustible para el viaje de regreso. La segunda llevaría a los astronautas y sería luego dejada de lado.


Krauss toma este argumento y nos dice que en el mismo estamos separando el arribo del regreso. Y que una vez que llegamos a este concepto cabe preguntarse ¿para qué volver?

Otro punto a favor de esta visión es que la idea de llevar astronautas, en vez de robots, es la realización de experimentos científicos. Krauss indica, sobre este punto, que es altamente escéptico de este argumento y es una de las razones por las que no cree que deba usarse a la ciencia para tratar de justificar la exploración espacial humana. Sin embargo, si así fuera, cuanto más tiempo pasen los astronautas en el planeta para experimentar, mejor.

En cualquier caso, si los problemas de radiación no son resueltos adecuadamente, luego la longevidad de los astronautas estaría seriamente comprometida. Aunque suene cruel, los astronautas haría probablemente mejor uso de su tiempo de vida restante trabajando y viviendo en Marte en vez de morir en casa.

Según el científico, uno de sus colegas acompañó recientemente a un grupo de investigadores del Jet Propulsion Laboratory a un viaje geológico y aprovechó la ocasión para sugerir la idea de la misión espacial sin retorno. Y según indica en el artículo, todos aprobaron la idea. El atractivo del viaje espacial ha intoxicado a una generación criada con "Viaje a las estrellas" y "La guerra de las galaxias".

Enviar comida y suministros a estos pioneros -junto con las herramientas para construir lo que necesiten- es más razonable y menos caro que diseñar el boleto de vuelta. Ciertamente -se explaya Krauss- como en la proposición de Zubrin, una nave no tripulada podría generar las líneas de suministro.

El mayor obstáculo a considerar es probablemente político. NASA y el Congreso (de Estados Unidos) no harían probablemente algo que sería percibido como firmar garantías de muerte para los astronautas.

Sin embargo, el viaje espacial humano es tan caro y peligroso que necesitaremos soluciones nuevas e incluso extremas si realmente queremos expandir el rango de la civilización humana más allá de nuestro propio planeta.


Y finalmente señala que "atreverse a ir donde no hay ido nadie antes no requiere volver a casa".

Luego de conocer las principales ideas volcadas en el artículo original, ¿suena extraño, inhumano, ilógico, pensar en enviar sin retorno a otro mundo a personas que toda su vida quisieron ir a otro planeta?

Me imagino un "reality show" espacial, con transmisiones desde el Planeta Rojo de los astronautas sin retorno contándonos su vida con dramatismo e intensidad.

¿Enviaríamos una expedición a la Antártida, sin retorno? ¿Sería lo mismo? ¿Importaría que los propios astronautas estén de acuerdo o debemos pensar por ellos?

La aventura humana, incluso la exploración espacial, no deja de ser una gran expedición a nuestras costumbres e ideas. Creo que debemos entender que la propuesta de Krauss, aunque parezca alocada o fuera de lugar, es una invitación a indagar nuestra moral y no solamente a sopesar costos económicos. Para pensar.

Fuentes y links relacionados


Sobre las imágenes
  • Imagen de Josh Cochran
  • Lawrence Krauss, Crédito: Jessica Lifland
  • Foto de Marte. Crédito: NASA/J. Bell (Cornell U.), M. Wolff (SSI).

Vía Noticias del Cosmos

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