En 1996 se anunció el descubrimiento de microbios fosilizados en un meteorito marciano, aunque el anuncio fue muy controvertido y ha sido sometido a revisiones, ahora un reciente análisis sugiere que esta roca marciana tuvo condiciones adecuadas para el florecimiento de la vida.
En la imagen las controvertidas estructuras descubiertas en ALH84001 que algunos aseguran son bacterias marcianas fosilizadas.
Un equipo de investigadores liderado por David McKay del Centro Espacial Johnson de la NASA causó sensación hace 13 años cuando propuso por primera vez que un trozo de roca marciana hallado en la Antártida, llamado ALH 84001 contenía posible signos de vida pasada en Marte, que incluía moléculas complejas basadas en el carbono y algunos objetos microscópicos con forma de bacterias.
Pero esta afirmación no ha tenido nunca una aceptación amplia. Otros científicos sostenían que las formas eran ambiguas y que las moléculas carbonáceas complejas podían haber sido generadas sin necesidad de que existiese vida, puesto que habían sido encontradas también en meteoritos procedentes de asteroides, por ejemplo.
Algunos sostenían que el carbono del meteorito podría haber sido depositados en condiciones muy duras, que implicaban agua a más de 150º C de temperaura. Incluso los microbios terrestres más resistentes mueren por encima de 120ºC.
Pero un nuevo análisis sugiere que el agua estaba lo suficientemente fría para permitir vida, lo que al menos abre la posibilidad para la presencia de una vida fosilizada en este meteorito. El estudio fue dirigido por Paul Niles del Centro Espacial Johnson de la NASA. Ninguno de estos miembros del equipo fueron parte de los investigadores implicados en la afirmación de 1996.
Para explicar los depósitos de mineral con calcio, magnesio, y hierro de la roca, Niles y sus colegas sugieren que la roca estaba situada cerca o en la superficie de Marte, con agua rica en dióxido de carbono burbujeando en la superficie desde el subsuelo, quizá como parte de un manantial.
Las cantidades relativas de estos tres metales depositados en la solución dependen de la temperatura del agua en la que están disueltos. El equipo utilizó medidas anteriores de estas cantidades para calcular la temperatura del agua, que resultó ser de menos de 100º C. Esto no era algo seguro de antemano, puesto que el agua puede permanecer líquida por encima de esta temperatura bajo las altas presiones del subsuelo.
Niles declaró a este respecto: "Estos minerales se formaron en lo que probablemente haya sido un ambiente habitable."
El estudio muestra que todavía hay mucho que aprender de lo que "probablemente sea la roca más estudiada en toda la historia humana", en palabras de Marc Fries del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, California, quien había examinado las muestras del meteorito con anterioridad pero que no fue miembro del equipo de Niles.
Sin embargo, todavía no existen pruebas de la presencia de vida marciana en la roca, declaró Niles.
Para saber si Marte albergó alguna vez vida es necesario realizar una misión de retorno de muestras rocosas del planeta, añadió el científico.
Vía Odisea Cósmica
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