Los científicos han encontrado pruebas de que otro objeto ha bombardeado Júpiter, exactamente 15 años después de los primeros impactos por el cometa Shoemaker-Levy 9.
Esta imagen muestra un gran impacto en la región polar sur de Júpiter captado el 20 de julio de 2009, con la Instalación del Telescopio Infrarrojo de la NASA en Mauna Kea, Hawai. Crédito de la imagen: NASA/JPL/Infrared Telescope Facility
Siguiendo el aviso de un astrónomo aficionado, Anthony Wesley de Australia, de que había aparecido una nueva “cicatriz” repentinamente en la Luna, esta mañana entre las 3 y las 9 a.m. PDT (6 a.m. y tarde EDT) los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, usando la Instalación del Telescopio Infrarrojo de la NASA en la cima de Mauna Kea en Hawai, recopilaron pruebas que indicaban el impacto.
Las nuevas imágenes muestran que el probable punto del impacto estaba cerca de la región polar sur, con una “cicatriz” oscura visible y brillante lanzando hacia arriba partículas a la atmósfera superior detectadas en las longitudes de onda infrarrojas, y un calentamiento de la troposfera superior con posible emisión extra de gas de amoniaco en las longitudes de onda del infrarrojo intermedio.
“Fuimos muy afortunados de ver Júpiter justo en el momento adecuado, a la hora correcta, el lado correcto de Júpiter para ser testigos del evento. No lo podríamos haber planificado mejor”, dijo Glenn Orton, científico del JPL.
Orton y su equipo de astrónomos se pusieron en marcha a primera hora de la mañana y no han parado de rastrear el planeta. Actualmente están descargando datos y trabajando para lograr tiempo adicional de observación de este y otros telescopios.
Esta imagen se tomó en 1,65 micras, una longitud de onda sensible a la luz solar reflejada de la atmósfera superior de Júpiter, y muestra tanto en centro brillante de la cicatriz (abajo a la izquierda) como los restos al noroeste (arriba a la izquierda).
“Podría ser el impacto de un cometa, pero aún no lo sabemos con seguridad”, dijo Orton. “Ha sido un día de locos, y esto en el aniversario del Shoemaker-Levy 9 y Apolo es sorprendente”.
El Shoemaker-Levy 9 fue un cometa que se observó cómo se fragmentaba antes de impactar con Júpiter en 1994.
Leigh Fletcher, miembro de posdoctorado de la NASA en el JPL que trabajó con Orton durante estas últimas observaciones dijo: “Dada la rareza de estos eventos, es extremadamente emocionante estar implicado en estas observaciones. ¡Estas son las observaciones más emocionantes que he visto en mis cinco años observando los planetas exteriores!”
Las observaciones fueron posibles en gran medida por los extraordinarios esfuerzos del personal de la Instalación del Telescopio Infrarrojo, incluyendo el operador del telescopio William Golisch, quien hábilmente movió tres instrumentos dentro y fuera del campo durante el corto tiempo que la cicatriz fue visible en el planeta, proporcionando la cobertura de longitudes de onda.
Autor: Carolina Martínez
Fecha Original: 20 de julio de 2009
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Vía Ciencia Kanija
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