Los libros de historia nos dicen que el planeta Neptuno se encontró a mediados del siglo XIX tras años de especulación y búsqueda.
Pero en 1613, más de dos siglos antes de que Neptuno se descubriese oficialmente, Galileo Galilei sabía que lo había encontrado, de acuerdo con una nueva teoría del físico de la Universidad de Melbourne David Jamieson.
Jamieson ha estado estudiando los libros de notas de Galileo y encontró algunas anotaciones interesantes enterradas que sugerían que el gran astrónomo – trabajando entonces con un basto telescopio inicial creado por sí mismo – estaba sobre algo grande.
Se sabe desde hace tiempo que Galileo observó Neptuno, pero se pensaba que descartó el objeto catalogándolo como estrella y no siguió pensando en él. Pero resulta que Galileo puede que hubiese sabido que la “estrella” se movía en relación a otras, revela Jamieson. Este tipo de movimiento habría captado la atención de Galileo, dado que sabía que era el tipo de cosas que hacían los planetas.
Descubrimiento controvertido
Neptuno, el planeta más alejado del Sol (suponiendo que no contemos al recientemente degradado Plutón), es difícil de observar incluso hoy. No es visible a simple vista. Pero esta semana, por coincidencia, Neptuno está bien posicionado cerca de Júpiter, más fácil de encontrar, haciendo de Neptuno un objeto fácilmente localizable con unos binoculares o un pequeño telescopio.
La historia del descubrimiento de Neptuno ha sido controvertida desde el inicio.
Urano se había descubierto antes que Neptuno, y las observaciones sugerían que estaba bajo la influencia gravitatoria de otro planeta, más alejado, del Sistema Solar, dice Geoff Gaherty, que dirije el Observatorio Foxmead en Canadá y escribe artículos de observación del cielo para Starry Night Education y SPACE.com.
“Las predicciones sobre la posición de este nuevo planeta se realizaron por parte de John Couch Adams en 1843 y Urbain Le Verrier en 1845-1846, pero ambos matemáticos tuvieron grandes dificultades para persuadir a algún astrónomos de que buscase realmente el planeta”, explica Gaherty. “Por fin en el 23 de septiembre de 1846, un astrónomo alemán, Johann Gottfried Galle, usó la carta de Le Verrier para situar y observar realmente Neptuno. Esto llevó a una gran controversia sobre qué país debería llevarse el crédito por el descubrimiento, finalmente se compartieron los honores”.
El libro de notas
Galileo estuvo observando las cuatro grandes lunas de Júpiter (ahora llevan su nombre) en los años 1612 y 1613. A lo largo de varias noches, también registró en su libro de notas la posición de una estrella cercana que no está en ningún catálogo moderno, explica Jamieson.
“Se sabe desde hace varias décadas que esta estrella desconocida era en realidad en planeta Neptuno”, dijo Jamieson. “Simulaciones por ordenador muestra la precisión de sus observaciones revelando que Neptuno se habría visto como una tenue estrella casi exactamente donde Galileo lo observó”.
Pero al contrario que las estrellas, los planetas orbitan el Sol. Por lo que los planetas se mueven por el cielo de forma distinta al fondo de estrellas relativamente fijo.
En la noche del 28 de enero de 1613, Galileo escribió en su libro de notas que la estrella que ahora sabemos que es el planeta Neptuno parecía haberse movido en relación a una estrella cercana real, dijo Jamieson. Añadió que: Existe también un misterioso punto negro no etiquetado en sus primeras observaciones del 6 de enero de 1613, que está en la posición correcta de Neptuno.
“Creo que este punto podría revelar que volvió atrás sobre sus notas para registrar dónde vio Neptuno antes cuando estaba más cerca aún de Júpiter pero no había atraído anteriormente su atención debido a su apariencia de estrella poco notable”, dijo Jamieson.
Si el misterioso punto negro el 6 de enero se registró realmente el 28 de enero, el Profesor Jamieson propone que esto demostraría que Galileo creía que pudo haber descubierto un nuevo planeta.
¿Más pruebas?
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“Galileo puede de hecho haber formado la hipótesis de que había visto un nuevo planeta el cual se había movido justo delante de su campo de visión durante las observaciones de Júpiter a lo largo del mes de enero de 1613″, dijo Jamieson.
O, tal vez hay otras pistas esperando a encontrarse.
“Galileo tenía la costumbre de enviar una frase revuelta, un anagrama, a sus colegas para establecer su prioridad sobre los sensacionales descubrimientos que hizo con su nuevo telescopio”, señala Jamieson. “Hizo esto cuando descubrió las fases de Venus y los anillos de Saturno. Por lo que tal vez en algún lugar escribió un anagrama aún por decodificar que revele que sabía que había descubierto un nuevo planeta”.
Presentó su nueva teoría en una serie de charlas durante este mes como parte del Año Internacional de la Astronomía 2009.
Autor: Robert Roy Britt
Fecha Original: 9 de julio de 2009
Enlace Original
Vía Ciencia Kanija
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