Durante una búsqueda que podía potencialmente alterar la clasificación actual que se emplea para clasificar la supernovas, unos investigadores han descubierto lo que parece ser una nueva clase de supernovas, una clase más débil y pequeña de lo que anteriormente se creía posible. Un equipo de astrónomos trabajando en el observatorio de Calar Alto realizaron el hallazgo a finales del 2008, y los resultados fueron publicados hace muy poco en el último número de la famosa revista científica Nature. Normalmente, se establece que la supernovas se producen cuando una estrella masiva alcanza el fin de su ciclo termonuclear.
La supernovas por colapso son la clase más común de supernovas. Esta supernovas se producen cuando estrellas masivas de hasta ocho veces la masa de nuestro sol, alcanzan el final de su ciclo de vida. Cuando esto sucede y sus reservas de hidrógeno se acaban, su núcleo se colapsa en sí mismo, y crea o bien una estrella neutrones o bien un agujero negro. Las capas exteriores de la estrella son expulsadas violentamente y lanzadas a velocidades que alcanzan hasta una décima parte de la velocidad de la luz, este proceso es muy luminoso. La supernovas brillan tanto como una galaxia entera compuesta por 100 mil millones de estrellas o más, y arrojan una energía que sobrepasa toda la energía radiada en 5000 millones de años de vida de nuestro sol e incluso en los 10000 millones de años de esperanza de vida de nuestra estrella.
Sin embargo, cuando el hidrógeno está presente en la mezcla, los niveles de energía y las luminosidades de la supernovas pueden ser 100 veces inferiores que los colapsos normales. En el nuevo cuerpo celeste que los astrónomos han encontrado que lleva por nombre SN 2008ha, no ha sido hallada ninguna traza de hidrógeno para explicar esta falta de luminosidad o energía. Este hallazgo, si no se explica, podría arrojar sombras de dudas sobre la validez del modelo actual de clasificación de supernovas. De acuerdo a este modelo lo que está sucediendo en el cielo no debería ocurrir.
Entre los investigadores del equipo internacional que realizó el estudio de Nature se encontraban también expertos del Instituto Max Planck de Astrofísica en Alemania, y del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia. Los datos fueron recogidos por el observatorio de Calar Alto, el Telescopio Nacional Galileo, el Telescopio Óptico Nórdico, y el Telescopio Liverpool, todos ellos ubicados en España, así como el telescopio Copérnico en Italia.
Vía Odisea Cósmica
0 comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son responsabilidad únicamente de sus autores y no refleja necesariamente el punto de vista de este sitio.
NO insultes a nadie.