"El Cosmos está constituido por todo lo que es, lo que ha sido o lo que será" Carl Sagan

13 mayo 2009

El Atlantis despega hacia el Hubble con éxito

Después de un impecable lanzamiento, la misión STS-125 despega rumbo al Hubble levantando la condena a muerte que pesaba sobre el telescopio. Atrás quedan años de incertidumbre sobre la suerte de esta joya de la astronomía.

 

Los astronautas tendrán ahora que trabajar duro en cinco agotadores paseos espaciales para reparar el telescopio y mantenerlo operativo al menos 5 años más.

La misión STS-125 del transbordador espacial Atlantis, lanzada este 11 de mayo a las 18:01 UT, será recordada por varias razones. La más relevante es que es uno de los últimos vuelos de transbordadores (la última misión estimada será la STS-134), tras la conocida decisión de la NASA de "jubilar" a estos vehículos para el año 2010, para así dedicarse exclusivamente al diseño y construcción del nuevo prototipo de nave espacial Orión, como parte del nuevo programa Constellation.

También es la quinta y última misión de reparación al telescopio espacial Hubble, un instrumento que se ha convertido en ícono de la astronáutica, por abrirnos las puertas (y los ojos) a algunos de los objetos más hermosos del cosmos, y que ya lleva en el espacio la friolera de casi 20 años! (fue puesto en órbita el 24 de abril de 1990); es la última vez que veremos en las plataformas de lanzamiento a dos transbordadores juntos, ya que además del Atlantis (en la plataforma 39A) también se encuentra el Endeavour (en la 39B), listo para despegar en caso que se necesite una misión de rescate para los astronautas, ya que debido a la naturaleza de la misión STS-125 ésta no tendrá posibilidad de acoplarse a la Estación Espacial Internacional en caso de algún problema. Debido a que el resto de misiones del transbordador serán únicamente hacia la EEI, y ésta sí cuenta con los módulos necesarios para protegerse en lugar de emergencia, los próximos vuelos sólo tendrán en la plataforma al transbordador propio de cada misión.

Por último, será recordada por los riesgos involucrados. Esta misión en realidad había sido propuesta hace 5 años, pero en aquella ocasión fue cancelada por considerarse demasiado peligrosa. Y es que debido a la órbita que ocupa el Hubble (muy distinta a la de la EEI), el ambiente donde deberá operar el Atlantis estará bastante próximo a zonas de basura espacial, donde un potencial impacto en la estructura de la nave podría ser fatal, existiendo 1 probabilidad en 229 de que se produzca tal escenario.

Sin embargo, nada dice que esta misión no pueda tener un buen acontecer. La STS-125 la dará una nueva vida al Hubble, que ha proporcionado numerosos y valiosos datos científicos para la astronomía. Por parte del transbordador, será una nueva oportunidad para mostrarse al mundo en una de sus últimas aventuras al espacio, y poner su nombre en alto como una de las mayores proezas del ingenio humano.

¡Buena suerte Atlantis!

Vía Odisea Cósmica y Austrinus

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