Cuando se observa en luz visible –la que ve el ojo humano-, Venus no es más que una bola amarilla; pero el planeta gemelo de la Tierra se anima cuando se observa en infrarrojo y ultravioleta.
Las nuevas imágenes tomadas por la sonda de la ESA Venus Express proporcionan nuevos detalles sobre la turbulenta atmósfera de nuestro planeta vecino.
Venus en ultravioleta
© ESA/MPS/DLR/IDA
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Venus Express permite comparar el aspecto del planeta en distintas longitudes de onda, lo que confiere a los científicos una poderosa herramienta para estudiar las condiciones físicas y la dinámica de la atmósfera del planeta.
Venus en ultravioleta e infrarrojo
© UV: ESA/MPS/DLR/IDA; IR: ESA/VIRTIS/INAF-IASF/Obs.de Paris-LESIA
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Observada en el ultravioleta Venus se muestra llena de contrastes. La causa es la irregular distribución de un misterioso elemento químico en la atmósfera que absorbe la luz ultravioleta, creando zonas brillantes y oscuras.
El ultravioleta revela la estructura de las nubes y las condiciones dinámicas de la atmósfera, mientras que el infrarrojo proporciona información sobre la temperatura y la altitud de la cubierta de nubes.
Altimetría de la parte superior de las nubes
© UV: ESA/MPS/DLR/IDA; IR: ESA/VIRTIS/INAF-IASF/Obs.de Paris-LESIA
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Con datos de Venus Express los científicos han descubierto que las regiones ecuatoriales que en el ultravioleta aparecen oscuras tienen una temperatura relativamente alta; en ellas, la intensa convección eleva el material oscuro subyacente. En cambio, las regiones brillantes en latitudes medias son áreas en que la temperatura atmosférica decrece en función de la profundidad.
La temperatura alcanza un mínimo en las cubiertas de nubes, eliminando la mezcla vertical. Este anillo de aire frío, llamado el ‘collar frío’, aparece como una banda brillante en las imágenes ultravioletas.
Las observaciones en el infrarrojo han sido usadas para cartografiar la altitud de las cubiertas de nubes. Sorprendentemente, las nubes tanto en los trópicos oscuros como en las brillantes latitudes medias se localizan a la misma altura, unos 72 kilómetros.
A unos 60 grados al Sur la cubierta de nubes empieza a caer, alcanzando una altitud mínima de 64 Km y formando un enorme huracán en el polo.
Hemisferio Sur de Venus
© UV: ESA/MPS/DLR/IDA; IR: ESA/VIRTIS/INAF-IASF/Obs.de Paris-LESIA
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En este mosaico la imagen infrarroja se superpone a la ultravioleta, mostrando el gigantesco ojo del huracán en el polo Sur del planeta. Su centro está desplazado respecto al polo y toda la estructura mide unos 2.000 kilómetros de lado a lado. Rota en torno al polo en unos 2,5 días.
Este estudio, llevado a cabo por D. Titov y colegas, ha revelado que la causa del patrón que se observa en el ultravioleta son las condiciones variables de temperatura y dinámicas en las cubiertas de nubes.
Estructura de las nubes en venus
© Titov et al. 2008
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Pero los investigadores no han dado aún con el elemento químico preciso que crea las zonas de alto contraste, así que la búsqueda prosigue.
Nota a los editores:
Estos resultados aparecen en el artículo ‘Atmospheric structure and dynamics as the cause of ultraviolet markings in the clouds of Venus’, de D. Titov y colegas, publicado el 4 de Diciembre de 2008 en la revista Nature.
Para más información:
Dmitri Titov, Instituto Max Planck para Investigación del Sistema Solar Alemania
Email: Titov @ mps.mpg.de
Håkan Svedhem, Jefe de Proyecto de Venus Express de la ESA Email: Hakan.Svedhem @ esa.intVía: ESA Spain
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