¿Alguna vez ha estado Marte capacitado para albergar vida?
El Aterrizador Marciano Phoenix de la NASA puede que haya encontrado hielo de agua en el planeta rojo, pero aún tiene mucho trabajo por hacer para contestar la pregunta que ha estado en la mente de los científicos durante décadas: ¿Alguna vez ha estado Marte capacitado para albergar vida?
Crédito: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Texas A&M University
Los científicos de la misión Phoenix anunciaron ayer que la misión finalmente confirmó la presencia de hielo de agua en la subsuperficie de las regiones polares del norte de Marte — detectada por primera vez por el orbitador Mars Odyssey de la NASA en 2002 — aproximadamente dos meses después de tocar la superficie de Marte el 25 de mayo.
El aterrizador está ahora analizando el hielo para ver si alguna vez fue líquido y contiene materiales orgánicos, los ladrillos de la vida.
El hielo, recolectado de debajo de la superficie en el lugar del aterrizador en el ártico marciano, podría haber actuado como un congelador, protegiendo cualquier componente orgánico que se hubiese formado allí.
“Tenemos un entorno donde podrían conservarse los compuestos orgánicos”, dijo el científico de la misión William Boynton de la Universidad Arizona.
La detección de compuestos orgánicos en Marte no significaría necesariamente que existe vida. Simplemente que el carbono y otras moléculas que forman la vida como la conocemos estuvieron presentes.
“Los compuestos orgánicos serían como anotar un gol o ganar un Gran Slam para la misión”, dijo Bruce Jakosky, geólogo en la Universidad de Colorado que no está afiliado a la misión. No obstante, si no encuentran compuestos orgánicos, “eso no significa que no hubiese vida en Marte”, dijo Jakosky. Otras misiones, planificadas y no planificadas, mantendrán viva la búsqueda.
Agua líquida
La confirmación de las observaciones de hielo de Odyssey era un objetivo clave en la misión Phoenix de 420 millones de dólares, pero sólo es el primero de varios pasos para caracterizar la capa de polvo y hielo de la región Vastitas Borealis de Marte para determinar si alguna vez puede haber sido hospitalaria para la vida en algún punto del pasado del planeta.
‘Veo esto como un paso a lo largo del camino de Phoenix para lograr sus principales resultados científicos”, dijo Jakosky. “Por sí mismo, esto no es un gran resultado”.
Uno de esos pasos en determinar si el hielo de agua existió alguna vez en forma líquida, dijo el co-investigador del brazo robótico de Phoenix Ray Arvidson de la Universidad de Washington en St. Louis — ya que el agua líquida es un recurso clave para la vida tal y como la conocemos.
Phoenix buscará signos de antigua agua líquida calentando muestras de la mezcla de polvo helado en los diminutos hornos de su Analizador Térmico y de Gas Evolucionado (TEGA), el cual puede analizar los vapores emitidos por las muestras calentadas par analizar su composición.
TEGA ya ha comenzado a calentar las muestras que confirmaron que la capa de roca dura bajo la superficie de polvo era efectivamente agua de hielo — cuando el hielo comienza a fundirse, se necesita más calor para elevar la temperatura de la muestra. A lo largo de la próxima semana, TEGA calentará gradualmente la muestra hasta alcanzar los 1.000 grados Celsius.
Conforme se caliente la muestra, cualquier mineral hidratado, o aquellos que probablemente se formaron en presencia de agua líquida, se mostrarán cuando se rompan y la firma de su agua sea detectada por el instrumento, explicó Boynton, co-investigador de TEGA.
Encontrar minerales hidratados, tales como carbonatos, sulfatos o arcillas, indicarían que el agua líquida impregnó en algún momento el regolito marciano donde se asienta Phoenix, dijo Arvidson en una entrevista telefónica la pasada noche.
Este agua no habría fluido como ríos, como hizo alguna vez probablemente más cerca el ecuador marciano, donde las sales hidratadas ya han sido halladas por orbitadores y rovers de la NASA, sino que se habrían filtrado a través de la capa de polvo conforme el movimiento orbital de Marte colocase la parte norte del planeta hacia el Sol, calentándola, añade Arvidson.
La materia de la vida
La otra gran señal que buscará Phoenix conforme avance la misión y los hornos de la sonda caliente las muestras de polvo, serán las moléculas orgánicas, los ladrillos de la vida.
“Encontrar compuestos orgánicos verdaderamente cambiaría nuestro modo de pensar”, dijo Boynton.
Pero hasta ahora, las moléculas orgánicas no han aparecido en Marte. Cuando los aterrizadores Viking calentaron muestras de polvo en la década de 1970, “en realidad no había moléculas orgánicas en absoluto”, dijo Boynton.
Pero el polvo cerca del ecuador marciano se enfrenta a fuertes presiones de oxidación, lo cual puede destruir los compuestos orgánicos, añade Boynton, lo cual es por lo que Phoenix está buscándolos mucho más al norte.
Los compuestos orgánicos se han mostrado esquivos a Phoenix hasta ahora; la primera muestra de polvo analizada por TEGA, tomada de la superficie, no encontró signos de ellos. Pero eso no supuso una gran sorpresa para los científicos.
“En realidad no esperábamos encontrarlos en los suelos superficiales”, debido a que la superficie está sujeta a la misma presión oxidativa que en las regiones ecuatoriales, dijo Boynton a SPACE.com.
TEGA continuará buscando señales de compuestos orgánicos en posteriores muestras tomadas más cerca de la capa de hielo, añadió.
Si Phoenix no encuentra compuestos orgánicos, la misión no sería un fracaso, dijo Jakosky, debido a que aún ofrece a los científicos una valiosa información sobre la región del norte. “Sea lo que sea que encuentre es apasionante”, dijo.
Sin embargo, si detectar compuestos orgánicos, los científicos de la misión serán cautos en la interpretación de los hallazgos, dijo Boynton. Supondrían primero que cualquier compuesto orgánico podría ser contaminación llevada con la nave desde la Tierra. Los científicos de la misión tendrían que contrastar con una “prueba” de la Tierra para determinar si los compuestos orgánicos descubiertos son polizones terrestres o no.
Incluso si la muestra demuestra que los compuestos proceden del suelo marciano, aún así puede que no sean nativos, dijo Boynton, dado que los mismos meteoritos portadores de compuestos orgánicos que golpearon la Tierra pudieron igualmente golpear Marte. Para determinar el origen final de cualquier compuesto orgánico probablemente habría que traer una muestra de vuelta a la Tierra, un proyecto en el que tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea están trabajando.
Y los compuestos orgánicos no equivalen a vida. “Simplemente por encontrar compuestos orgánicos no significa que eso sea vida”, dijo Kim Seelos, investigador de posdoctorado en la Universidad Johns Hopkins.
Misiones futuras
Encuentre o no Phoenix signos de compuestos orgánicos, no será la última vez que la NASA los busque en Marte. El Laboratorio Científico de Marte de la NASA (MSL), previsto para su lanzamiento en 2009, continuará donde lo dejaron las misiones Viking de los 70, explorando las regiones más cercanas al ecuador buscando sus signos.
MSL estará mejor equipado que las Viking, e incluso que Phoenix, para detectar compuestos orgánicos en muestras de polvo, con un equipo más sensible y potente, así como la capacidad de deambular por allí.
Aunque la “vida recubre la Tierra”, dijo Arvidson, puede no haber sido tan densa en Marte — si es que existió alguna vez — tal vez sólo se formó en pequeñas bolsas. Dado que Phoenix, como un aterrizador, permanece en un punto por definición, sólo puede explorar el trozo de terreno de su vecindad inmediata.
No obstante, cualquier compuesto orgánico detectado por el MSL se habría formado en un periodo mucho más antiguo de la historia de Marte debido a que el paisaje marciano cerca del ecuador marciano se formó hace miles de millones de años. La superficie que Phoenix está explorando es mucho más joven de sólo decenas de millones de años de antigüedad.
Por ahora, Phoenix es la única opción de encontrar partículas orgánicas en esta región de Marte, dado que ninguna de las misiones en proceso se planea que retornen a los helados confines del norte. Llevar misiones de vuelta para observar la región en mayor detalle, “probablemente nos llevaría al hallazgo d compuestos orgánicos”, dijo Boynton.
Pero “Phoenix no es la vanguardia, o el MSL no es el último grito” en responder la cuestión de si alguna vez existió vida en Marte, dijo Jakosky.
Las evidencias disponibles a los científicos ahora sugieren que Marte podría haber albergado vida, es sólo cuestión de encontrar un punto que conserve los signos de la misma, añade. Y el lugar de aterrizaje de Phoenix, o incluso del MSL, pueden no ser los ideales para ir y buscar esos signos, ya sea enviando otro rover o planificando una misión que retorne una muestra a la Tierra.
Hay una gran cantidad de otros entornos en Marte donde a Jakosky le gustaría buscar signos de vida. Aunque no puede señalar un punto concreto, hay pruebas de que Marte tuvo características que pudieron soportar vida, incluyendo antiguos lechos lacustres, antiguas tierras altas donde las pruebas sugieren que existió agua durante largos periodos de tiempo, y manantiales calientes — “lugares como Yellowstone”, como los describe Jakosky.
Algunos científicos, como Seelos, dudan que las pruebas evidentes de vida en Marte se encuentren alguna vez debido a que cualquier vida habrá sido probablemente microbiana, que no conserva con facilidad como fósil. Pero Jakosky ve esto como una visión “innecesariamente pesimista”, debido a que los antiguos microbios se han conservado en algunos lugares de la Tierra.
Pro podría pasar algún tiempo antes de que los científicos den respuesta a la pregunta de la vida en la Tierra debido a que actualmente comprenden muy poco sobre la historia y geología de Marte, dijo Jakosky.
“No sabemos la respuesta e incluso no sabemos cómo apostar a “cuándo y si encontrarán la respuesta”, dijo Jakosky.
Su consejo es seguir usando misiones como Phoenix, MSL, y finalmente una misión de retorno de muestras para construir nuestro conocimiento sobre Marte, así como hemos construido nuestro conocimiento sobre el pasado de nuestro planeta.
Autor: Andrea Thompson
Fecha Original: 1 de agosto de 2008
Enlace OriginalVía: Ciencia Kanija
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