Algunas noticias que dan que pensar procedentes de una reciente conferencia científica sobre cohetes: Es altamente improbable que los humanos exploren alguna vez más allá del Sistema Solar.
Esta deprimente opinión procede de la Conferencia Unida de Propulsión en Hartford, Connecticut, donde se discuten y debaten los retos de la propulsión espacial. Está ampliamente reconocido que cualquier forma de viaje interestelar requeriría enormes avances tecnológicos, pero parecería que esos avances requeridos están en los dominios de la ciencia-ficción que no son factibles. Usando la tecnología actual llevaría decenas de miles de años, e incluso con diseños avanzados podría llevar cientos. Pero por encima de todos esto, está la cuestión del combustible: ¿Cómo podría llevarse a cabo un viaje a Próxima Centauri si necesitaríamos 100 veces más energía de la que actualmente se genera en todo el planeta?
Concepción artística de la nave Daedalus (Nick Stevens, www.starbase1.co.uk)
En un artículo anterior de Universe Today, exploraba cuánto tiempo necesitaríamos para viajar a la estrella más cercana usando el modo de transporte más lento (el motor iónico de la misión de 1998 Deep Space 1) y el más rápido (la misión acelerada gravitatoriamente por el Sol de 1976 Helios 2) actualmente disponibles. También discutía la posibilidad teórica de usar propulsión de pulsos nucleares (una serie de bombas de fusión arrojadas tras una nave interplanetaria dándole impulso), muy similar a la idea de nave estelar de los años 70 Daedalus.
Desafortunadamente, la opción del motor de iones necesitaría 81 000 años para alcanzar Próxima Centauri, nuestra estrella más cercana, y usando el Sol como ayuda gravitatoria nos llevaría al menos 19 000 años alcanzar nuestro destino. Es decir entre 2700 y 600 generaciones, ¡ciertamente una empresa a largo plazo! Para colocar estas cifras en perspectiva, hace 2700 generaciones, el homo sapiens no había desarrollado la capacidad de comunicarse mediante el habla; hace 600 generaciones el Neanderthals se acababa de extinguir. La propulsión por pulsos nucleares parece la mejor opción de lejos, necesitando apenas 85 años para alcanzar nuestra estrella más cercana. Aún así, este es un viaje muy largo (esperemos que ofrezcan al menos primera clase…).
Ya existen enormes retos que se enfrenta a la idea del viaje a Próxima Centauri, pero en una reciente reunión de expertos en el campo de la propulsión espacial, existen otros obstáculos incluso más insalvables para que la humanidad se extienda más allá del Sistema Solar. En respuesta a este idea podríamos hacer el viaje a Próxima en un único tiempo de vida, dijo Paulo Lozano, profesor asistente de aeronáutica y astronáutica en el MIT y delegado en la conferencia, “En esos casos, estás hablando de una escala de ingeniería que ni siquiera puedes imaginar”.
OK, entonces la velocidad simplemente no es suficiente para un vuelo rápido a 4,3 años luz. Pero es que hay un problema incluso mayor que ese. ¿Cómo se alimentaría de combustible a estas naves interestelares? De acuerdo con Brice N. Cassenti, profesor asociado con el Departamento de Ingeniería en el Instituto Politécnico Rensselaer, se requeriría al menos 100 veces la producción total de energía del mundo para este viaje. “Simplemente no podemos extraer los recursos de la Tierra”, dijo Cassenti durante su presentación en la conferencia. “Simplemente no existen. Tendríamos que extraerlos de los planetas exteriores”.
Para que la humanidad se extienda hasta alcanzar las estrellas, necesitamos llegar a un plan mejor. Incluso las formas más avanzadas de propulsión (hasta los motores de antimateria) no salvan el hueco de ser menos masivas. De pronto, la idea de un motor warp parece más atractiva …
Autor: Ian O’Neill
Fecha Original: 19 de agosto de 2008
Enlace OriginalVía: Ciencia Kanija
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