Los humanos nunca se han visto limitados en su curiosidad por el mundo que los rodea. Es más, sólo se han visto constreñidos por la tecnología que les permitiera extender sus exploraciones más y más lejos.
Autores: Chris Impey y Erika Offerdahl
Todavía estamos descubriendo y explorando los rincones y resquicios de la Tierra. Por ejemplo, ha sido en las últimas décadas cuando hemos tenido la tecnología para aventurarnos en las grandes profundidades de los océanos. ¡De hecho, fuimos capaces de poner un pie en la Luna antes de explorar algunas partes de nuestro planeta!. En nuestras exploraciones hemos descubierto ambientes inusuales y alucinantes. Y muchos de ellos, a pesar de sus condiciones usualmente extremas, se han identificado como sustentadores de organismos vivos. En la tierra, hemos comenzado a crear listas de estos ambientes extremos. Desde los valles secos y helados de la Antártida hasta las fuentes hirvientes y ácidas del Parque Nacional de Yellowstone, la Tierra ciertamente posee su parte correspondiente de ambientes extremos. Como astrobiólogos, nos esforzamos en comprender estos ambientes con la esperanza de que nos sirva para entender mejor otros entornos extremos en el Sistema Solar.
Puesto que definimos un ambiente como extremo respecto de la capacidad de un humano para sobrevivirlo, no debe sorprendernos que nuestro sistema solar tenga muchos ambientes extremos. Un puñado de esos entornos son de interés para los astrobiólogos pues posiblemente permitirán comprender los orígenes la evolución de la vida en la Tierra.
Por ejemplo, el ambiente en la luna de Saturno, Titán, puede en principio parecer tan extraño como para no tener relación alguna con nada visto nunca en la Tierra. Con una espesa atmósfera, temperaturas engelantes, y lagos de metano líquido, el escenario en Titán es sin duda algo nunca visto por el ojo humano. Sin embargo, los científicos desde hace mucho sostienen que Titán puede ser un análogo congelado de la Tierra primordial. Consecuentemente, los científicos estaban eufóricos cuando la nave Casinni capturó con éxito imágenes de la sorprendentemente dinámica luna. Con suficiente evidencia de tectónica y erosión, el ambiente extremo de Titán puede revelar secretos acerca de la infancia de nuestro propio planeta.
Otra luna en nuestro sistema solar representa otro interesante ambiente extremo. Europa, una de las lunas de Júpiter, está cubierta por una corteza gruesa de hielo de agua que se piensa cubre un océano global. Con sólo una muy fina atmósfera de oxígeno, esta helada luna es altamente vulnerable a la radiación ionizante emitida por Júpiter. La vida en la superficie de Europa encontraría enormes dificultades para sobrevivir. Sin embargo, bajo la capa de hielo la vida puede ser capaz de buscar refugio de la radiación y encontrar fuentes de energía geotermal en el fondo del océano. La casi total ausencia de cráteres de impacto hace pensar que Europa tiene una superficie muy activa. Algunas exploraciones de nuestro planeta pueden ayudarnos a planear futuras misiones a Europa. Algunas veces se ha pensado que el lago Vostok en la Antártida es un análogo de Europa en miniatura. Su superficie está completamente congelada; ¡el agua debajo no se ha expuesto al aire durante millones de años! Aprender a perforar a través de la helada capa sin contaminar el agua subyacente puede dar claves para futuras exploraciones de los océanos de Europa.
Uno de nuestros vecinos más cercanos, Marte, ha sido de sumo interés para los científicos. La proximidad a la Tierra ha hecho posible enviar varias naves y satélites al planeta rojo. ¿Y que ha revelado toda esta instrumentación? Marte es un planeta frío con una atmósfera delgada que contiene principalmente dióxido de carbono. Bombardeada con radiación ultravioleta desde nuestro Sol, la superficie de Marte es altamente oxidante. Sin embargo, recientes misiones han revelado agua congelada bajo la superficie en varias regiones, incluyendo un posible mar congelado cerca del ecuador. El agua congelada es de enorme interés para los astrobiólogos puesto que la mayoría coinciden en que el agua líquida es el primer prerequisito para la vida. Pese a las rigurosas condiciones en la superficie del planeta, la posibilidad de bolsas de agua líquida bajo la superficie es también intrigante. Marte representa una ambiente extremo en el sistema solar del cual somos capaces de recolectar una cantidad significativa de datos.
En nuestro sistema solar los ambientes extremos son la regla más que la excepción. Por ejemplo, un vistazo a las cuatro mayores lunas de Júpiter revelan cuatro entornos muy distintos y extremos. Venus, nuestro planeta hermano, tiene extremadamente altas temperaturas y condiciones acídificantes. Mercurio está hirviendo en la cara orientada al Sol y helado en la otra. El objetivo no es identificar ambientes extremos. No, el objetivo será identificar vida en esos entornos extremos si es que efectivamente existe allí.
Traducido para Astroseti.org por: David Martínez
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Enlace: http://livingintheuniverse.com/articles.html
Vía: Astroseti
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