Estudios llevados a cabo durante años podrían ser un comienzo para llegar a comprender cómo se forman las supernovas. Por Ian O’Neill
Cuando buscas una estrella en una galaxia, es como intentar encontrar una aguja en un pajar. Aunque sea duro, los astrónomos están haciendo justamente eso, usando imágenes del Telescopio Espacial Hubble: intentar encontrar estrellas antes de que exploten como supernovas. En 2006 se localizó la supernova SN 2006bc en la galaxia espiral NGC 2397, así que los astrónomos se pusieron a ello, cribando las imágenes anteriores tomadas por el Hubble. Encontraron esa estrella, en su etapa más brillante, cuando explotó. Normalmente no conseguimos ver esta etapa de una supernova, ya que no podemos predecir qué estrella va a estallar. Pero al revisar los datos de las observaciones del Hubble, los científicos pueden reconstruir las pruebas de los hechos cósmicos y ver la estrella antes de que muriera...
SN 2006bc fue vista en la galaxia espiral NGC 2397, que se encontraba a casi 60 millones de años luz de la Vía Láctea, en 2006. No había ninguna señal de advertencia ni ninguna indicación de que esa estrella fuera a estallar en esa galaxia (después de todo, hay mucho ahí fuera), pero la Cámara Avanzada de Reconocimiento del Hubble (ACS, del inglés Advanced Camera for Surveys) fotografió la galaxia después de que sucediera. Así que los astrónomos vieron la reminiscencia del suceso. Igual que se puede hacer buena ciencia analizando el remanente de una supernova, ¿no sería genial ver una estrella antes de que explotase? Quizás entonces pudiéramos analizar las emisiones de una estrella inestable antes de que muriese...
Predecir sucesos cósmicos no es algo nuevo, y se está empleando mucho esfuerzo en nuevas técnicas de predicción. Algunos ejemplos:
- Radiación solar. El mayor centro de atención para los físicos solares es predecir el “tiempo espacial”, lo que nos ayudaría a protegernos del peligroso ataque de partículas de alta energía (en concreto, de fulguraciones solares).
- Detección de neutrinos que provienen de supernovas. Ya existe un sistema de “aviso previo” para detectar los neutrinos expulsados del núcleo de la estrella en el momento su colapso (lo que termina en supernova). El SuperNova Early Warning System (SNEWS) se ha creado para detectar estos neutrinos.
- Estallidos de rayos gamma (GRBs): el detector polaco de GRB “Pi of the Sky” es un conjunto de cámaras que buscan destellos ópticos (transitorios) en el cielo nocturno sobre las montañas chilenas. Junto con el observatorio Swift de rayos gamma de la NASA, en órbita, se detecta el estallido, e inmediatamente se avisa a otros observatorios para que vean el fenómeno.
Los ejemplos anteriores normalmente detectan el suceso repentino de una erupción solar, estallidos de rayos gamma, o la aparición de neutrinos justo en el punto de inicio. Afortunadamente para los físicos solares, tenemos una vasta cantidad de datos de alta resolución espacial y temporal de nuestra estrella más cercana. Si se produjera una emisión, podríamos “rebobinar la cinta” y ver la localización de su punto de inicio, y averiguar las condiciones antes de que se produjera. Con esto, podemos estar mejor informados y, posiblemente, predecir dónde se producirá la siguiente fulguración. Los astrónomos de supernovas no tienen tanta suerte. El cosmos es, después de todo, un lugar muy grande; sólo se ha observado con detalle una mínima proporción del cielo nocturno, y la probabilidad de que se hayan tomado imágenes de la misma región más de una vez es muy escasa.Aunque las posibilidades sean pocas, los investigadores de la Queen’s University Belfast en Irlanda del Norte, dirigidos por el profesor Stephen J. Smartt, usaron las imágenes del Telescopio Espacial Hubble para “rebobinar la cinta” antes de que apareciera la supernova SN 2006bc. Limitando su búsqueda a estrellas “pre-supernova” en galaxias locales, había una mayor probabilidad de estudiar galaxias de las que se habían tomado imágenes a alta resolución, y más de una vez, en el pasado. SN 2006bc resultó ser el perfecto candidato.
El grupo ha hecho esto con anterioridad. El equipo de Smartt encontró cinco de las seis estrellas precursoras descubiertas hasta el momento. De su análisis se espera que se puedan conocer las características de una estrella antes de morir, ya que las condiciones en las que se forman las supernovas no se comprenden muy bien.
Después de diez años de estudios, el grupo presentó sus descubrimientos acerca de estrellas precursoras de supernovas en el Reunión Nacional de Astronomía 2008 en Belfast, la semana pasada. Parece ser que las estrellas con masas siete veces más pequeñas que la de nuestro sol pueden explotar como supernovas. Incluso proponen la hipótesis de que las estrellas masivas podrían no explotar como supernovas sino simplemente morir por colapso y formar un agujero negro. La emisión producida por un fenómeno como este podría ser demasiado débil para que se pudiera observar, y las supernovas más energéticas podrían limitarse a ser estrellas más pequeñas.
De todos modos, seis estrellas precursoras de supernova no son un número suficiente para sacar ninguna conclusión todavía, pero sí que es un gran paso en la dirección correcta para comprender mejor los mecanismos de una estrella que vaya a explotar.
Traducido para Astroseti por Claudia Rodríguez Ruiz
Un Universo por descubrir
Enlace original: universetoday
Fuente: astroseti.org/
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