Los responsables de las misiones lunares japonesa y china informaron que sus respectivos orbitadores, que actualmente están en la mitad de sus duraciones nominales de un año, se han comportado sin ningún fallo y que probablemente se ampliarán.
En las presentaciones que realizaron el 26 de Marzo en la conferencia de la Federación Astronáutica Internacional (International Astronautical Federation), los responsables de los programas de la sonda japonesa Kaguya y de la sonda china Chang’e-1 afirmaron que sus programas están cumpliendo sus objetivos científicos y sus tareas de localización de posibles lugares de posibles aterrizadores para mediados de la próxima década.
Imagen de alta definición realizada por la sonda japonesa Kaguya (Jaxa)
Susumu Sasaki, científico del proyecto Kaguya de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (Japan Aerospace Exploration Agency, JAXA), dijo que tanto el satélite principal como los otros dos más pequeños inyectados en órbita lunar, uno de repetidor de comunicaciones y otro para realizar mediciones del campo gravitatorio, han funcionado sin el menor contratiempo.
La sonda Kaguya y sus dos satélites compañeros, lanzados en septiembre a bordo de un cohete japonés H-2A para una misión de un año, están a punto de ver ampliadas sus misiones por otros seis meses, dijo Sasaki. “El debate en estos momentos es sobre la superficie lunar, o dejarlo a una altitud de unos 100 km”, dijo.
El satélite Okina, repetidor de comunicaciones, tiene una órbita con un apoastro de 2400 km y un periastro de 100 km. El satélite Ouna, de medición del campo gravitatorio, está situado en una órbita circular de 100 km y con una inclinación de 90 grados, lo que le lleva, como ocurre con Kaguya, a sobrevolar los polos lunares. En el lanzamiento, Kaguya tenía un peso de alrededor de 3000 kg. Los dos satélites compañeros pesaban unos 50 kg cada uno.
El satélite Kaguya dispone de un sonar de radar, capaz de tomar imágenes hasta de 5000 metros debajo de la superficie lunar con una resolución de 100 metros. El satélite Okina se utiliza como repetidor de comunicaciones, para enviar a Tierra los resultados procedentes de Kaguya en los momentos en que la órbita de Kaguya le lleva a sobrevolar la parte oculta de la Luna.
La misión también incluye dos cámaras de alta definición que han devuelto imágenes de la superficie lunar de una limpieza y calidad cristalina.
Sasaki indicó que todos los datos científicos de Kaguya serán hechos públicos a finales de 2009 – un año después de que concluya su duración nominal de 12 meses – aún en el caso de las operaciones de Kaguya continúen en el 2009.
Sasaki comentó que el éxito de Kaguya ha dado un gran impulso a la idea de lanzar sobre el año 2015 uno o dos aterrizadores lunares, pero dejando claro que todavía no se ha asignado ningún presupuesto para ello.
La Administración Nacional China del Espacio (Chinese National Space Administration) está en una situación similar después del prematuro éxito de su satélite Chang’e-1, lanzado en octubre a bordo de un cohete chino Long March 3A. Los 2350 kg de peso de Chang’e-1, que orbita entre los 200 y 225 km de altitud sobre la superficie lunar, es el primer paso de un programa chino de exploración lunar de tres fases, que incluiría dos aterrizadores robóticos para mediados de la próxima década y una misión de retorno de muestras alrededor del año 2.020.
Hao Xifan, director del Centro chino del Programa de Exploraciones Lunares (Lunar Exploration Program Center), afirmó que la plataforma e instrumentos de la Chang’e-1 han funcionado sin el menor contratiempo. El satélite está diseñado para tomar imágenes en 3D de la superficie lunar y analizar su composición. Chang’e-1 está basado en la fiable plataforma china de comunicaciones DFH-3, diseñada también para la prueba de operaciones en espacio profundo.
La Agencia Europea del Espacio (ESA), que ha cooperado con China en otras misiones científicas, proporcionó a China información detallada sobre la posición y frecuencias de transmisión de su orbitador lunar Smart-1, para permitir a los responsables del programa lunar chino que pudieran probar sus estaciones de seguimiento en preparación para la misión Chang’e-1. Chang’e-1 utilizó la red Estrack para el seguimiento de satélites de la ESA, con estaciones en Australia y América del sur así como también en Europa. La ESA ha abierto negociaciones con China para una cooperación a largo plazo en la exploración lunar. Fuentes oficiales del gobierno chino han dicho en semanas recientes que el éxito de Chang’e-1 coloca a la nación en disposición para una misión con aterrizador lunar en el 2.013. Hao mencionó que este objetivo es factible en el periodo 2013-2015, pero que no se ha confirmado ninguna partida económica para una misión de este tipo.
Noticia original Space News
Fuente: Sondas Espaciales
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