Los astrónomos han observado pequeñas galaxias cerca del inicio de los tiempos que recuerdan a ancestros de nuestra propia casa galáctica.
Las diminutas galaxias tienen entre un décimo y un vigésimo del tamaño de la Vía Láctea y tienen 40 veces menos estrellas. La luz procedente de estos antiguos cúmulos fue emitida dos mil millones de años tras el Big Bang, el inicio teórico del universo que tuvo lugar hace aproximadamente 13 700 millones de años. Por tanto las galaxias se ven como existieron en el joven universo.
Tres diminutas galaxias a aproximadamente 12 mil millones de años luz de la Tierra, tal y como las fotografió la Cámara Avanzada para Investigaciones del Telescopio Espacial Hubble. Los astrónomos piensan que varias de tales galaxias se unieron para formar la Vía Láctea hace miles de millones de años. Crédito: NASA/ESA/Caryl Gronwall, Penn State
Las galaxias no son las más distantes observadas por el Telescopio Espacial Hubble, pero los astrónomos las consideran la mejor prueba de los precursores de estructuras espirales mayores tales como la Vía Láctea.
“Hallar estos objetos y descubrir que son un paso de nuestra evolución galáctica es semejante a encontrar un fósil clave en la ruta de la evolución humana”, dijo Eric Gawiser, astrónomo de la Escuela de Artes y Ciencias de Rutgers.
Gawiser y Caryl Gronwall, astrofísico de la Universidad Estatal de Pennsylvania, detallaron sus hallazgos hoy en la reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana en Austin, Texas.
“Vienen en una gran variedad de formas — redondas, rectangulares e incluso casi lineales — y empezamos a hacer medidas precisas de sus tamaños”, dijo Gronwall de las galaxias espirales, la cuales están mayormente compuestas de estrellas brillantes calientes que emiten una señal única señal “Lyman alfa” de luz ultravioleta.
Los análisis estadísticos y simulaciones por ordenador de cómo las galaxias chocan entre sí llevó a Gronwall y Gawiser a concluir que las galaxias con señales Lyman alfa fuertes son los ancestros de las galaxias espirales.
“Sabemos por nuestra comprensión de la teoría cosmológica que las galaxias espirales tienen que evolucionar a partir de galaxias de menor masa como estas”, dijo Gawiser. “El reto real fue encontrarlas. Hemos observado otras galaxias de los inicios del universo, pero eran mayores y estaban destinadas a evolucionar galaxias elípticas, no espirales”.
Nigel Sharp, empleado del programa en la División de Ciencias Astronómicas de la Fundación Nacional de Ciencia que no estuvo implicado en el trabajo, dijo que Gronwall y Gawiser usaron el Hubble y otros observatorios para extraer una importante conclusión.
“Este equipo ha llegado lo más cerca hasta el momento de encontrar las jóvenes galaxias que recuerdan a nuestra Vía Láctea en su infancia”, dijo Sharp.
Autor: Dave Mosher
Fecha Original: 8 de enero de 2008
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Fuente: Ciencia Kanija
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