"El Cosmos está constituido por todo lo que es, lo que ha sido o lo que será" Carl Sagan

12 diciembre 2007

Las "zonas de penumbra" en los planetas abrasados podrían soportar vida

 Los planetas rocosos extrasolares se piensa que están mitad helados y mitad chamuscados pero con su movimiento hacia adelante y hacia atrás podrían crear grandes franjas de penumbra con temperaturas adecuadas para la vida.

Los planetas rocosos que muestran la misma cara a sus estrellas madre podrían incrementar sus posibilidades de albergar vida si viajan a lo largo de órbitas alargadas. Tales planetas se mecen atrás y adelante, creando zonas de penumbra con temperaturas adecuadas para la vida (Ilustración: ESO)

 

Debido a los tirones gravitatorios de los objetos que orbitan, los cuerpos rocosos a menudo se fijan en trayectorias en las que siempre muestran la misma cara a sus anfitriones. Tales exoplanetas “fijados por marea” parecerían ser, por tanto, malos candidatos para la vida, dado que el hemisferio que se ofrece a su estrella madre estaría abrasado y la cada oscura congelado.

Pero un nuevo modelo por ordenador de Anthony Dobrovolskis del Centro de Investigación Ames de NASA en California, Estados Unidos, sugiere que esto no siempre es así. Ha encontrado que tales planetas pueden mecerse acercándose y alejándose su viajan en órbitas alargadas, u órbitas excéntricas, creando “zonas de penumbra” que podrían ser adecuadas para la vida.

La Luna experimenta un movimiento de balanceo similar. Siempre muestra la misma cara hacia la Tierra, llevándole la misma cantidad de tiempo rotar sobre su eje que orbitar a nuestro planeta una vez. Sin embargo, dado que el camino de la Luna alrededor de la Tierra no es perfectamente circular, su velocidad orbital es a veces más rápida o más lenta que su velocidad rotacional. La diferencia entre los dos movimientos provoca que la Luna se balancee ligeramente.

“Si estás en la Luna, verás a la Tierra mecerse hacia atrás y adelante un poco”, dijo Dobrovolskis a New Scientist.

Dice que un planeta extrasolar con una órbita muy alargada experimentaría movimientos de balanceo muy pronunciados, o libraciones. En lugar de ser mundos de hielo y fuego, estos planetas podrían tener unos climas mucho más templados de lo que previamente se pensaba.

Si el planeta se balancea 90° o más, “no hay un lado de día o de noche permanentes”, dijo Dobrovolskis a New Scientist. “Todo se convierte en una zona de penumbra”.

El efecto podría incrementar la posibilidad de la vida en planetas rocosos orbitando pequeñas y tenues estrellas llamadas enanas rojas, dijo en astrónomo de Ames, Jack Lissauer. Esto es debido a que la zona habitable de las enanas – donde podría existir agua líquida, y por tanto potencialmente la vida – cae tan cerca de las pequeñas estrellas que cualquier planeta estarían casi con toda seguridad fijado por marea a sus anfitriones.

Los resultados también tienen implicaciones para los intentos de observar directamente nuevos mundos, dice Dobrovolskis. Comenta que los astrónomos deberían buscar planetas cuyas temperaturas estén relativamente iguales a lo largo de toda su superficie, no sólo planetas con un hemisferio muy cálido y otro muy frío.


Autor: Ker Than
Fecha Original: 11 de diciembre de 2007
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Fuente: Ciencia Kanija

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