Según ha podido saber Intereconomía, el gobierno español considera crítica nuestra situación en el Programa Galileo. No sólo pone en duda nuestra permanencia en el sistema de satélites europeo, sino que señala a Italia y Alemania en connivencia con la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea, como principales responsables de que España esté prácticamente fuera del sistema de satélites más importante del continente.
A través de un documento que maneja el gobierno, se pone de manifiesto la crítica situación de nuestro país en el sistema. Esto supone un escalón más en la pérdida de influencia que España viene arrastrando en el panorama internacional y en el seno de la propia Unión Europea.
La integración de España en el Programa Galileo, data del año 2003, con una aportación del 10%. En una primera fase en la que se garantizaba que cada país recibiría contratos industriales en una cuantía similar a la aportación al programa, España tuvo un retorno industrial superior a las aportaciones realizadas, gracias a la competitividad de las empresas españolas.
Sin embargo, las cosas comienzan a torcerse con la segunda fase. Se adjudica a un consorcio de empresas españolas, francesas, Italianas y otra franco-alemana, la construcción de los centros de control Galileo. Tras la incorporación, fuera de la licitación, de una empresa alemana, se estableció que España recibiría la construcción de dos medios Centros e Italia y Alemania un Centro cada una. Francia y Reino Unido serían compensados de otra forma.
Según las informaciones recogidas, Italia y Alemania han puesto en duda la actuación de las empresas españolas y “reabrieron la interpretación del Acuerdo en los que a empresas españolas se refería”. En Junio de 2007 el Consejo de Ministros de Transportes de la Unión se “tomo nota” del fracaso de la segunda fase, de la rescisión del contrato al consorcio y se pospone la decisión sobre cómo seguir avanzando en el proyecto.
A esto le siguió la decisión de ambos países por construir sus centros con fondos regionales. La Agencia Espacial Europea, que recibe las mayores contribuciones de Alemania e Italia, ha reconsiderado, bajo presión según el ministerio español, que son dos (Italia y Alemania) mejor que tres (que incluía a España) el número de Centros de Control de Galileo.
Acusa además a la Agencia Espacial Europea de saltarse sus propias normas establecidas en el Consejo de Política Industrial, al adjudicar de manera directa y no por concurso la construcción de estos Centros. De la Comisión Europea, España dice que “ha optado por cerrar los ojos al respecto”.
Impacto de nuestra salida de Galileo
Según las informaciones obtenidas por Intereconomía, el impacto sería, en primer término, político, pues no sólo no podrían decir que estamos dentro del sistema sino que además se nos cierra la posibilidad de hacer de intermediarios económicos de Iberoamérica. Según indican, si España no desempeña un papel protagonista visible y no forma parte de la operación o no tiene una presencia industrial relevante, se perdería mucho atractivo para estos países.
Pero el impacto económico sería mayor. No sólo se perdería la posibilidad de construir los satélites sino que también perderíamos el acceso a cualquier licitación futura al carecer de presencia en el futuro Consorcio de Operaciones.
Recuperar el prestigio perdido, según el gobierno, requiere una discusión al más alto nivel, incluso entre presidentes, pues están convencidos del bloqueo que van a ejercer Italia y Alemania, incluso si se autofinancia dicho Centro por parte de España. Y también están convencidos de la presión que van a ejercer sobre la Comisión y sobre la Agencia Especial Europea. Hacer “ruido de fondo” y esperar a que sea efectivo y se nos pueda compensar de alguna manera.
Financiación
El viernes pasado, los responsables de presupuestos de los 27 Estados miembros alcanzaron un acuerdo para financiar con fondos comunitarios el sistema Galileo. , que se encontraba en entredicho tras la retirada del consorcio privado responsable de llevar el proyecto adelante, del que formaban parte Hispasat y Aena, por su negativa a asumir los riesgos.
La solución sobre la financiación de Galileo se ha encontrado tras varias semanas de arduas negociaciones que enfrentaron a Alemania –partidaria de poner el dinero a través de la Agencia Especial Europea para garantizar los retornos a su industria– con la mayoría del resto de Estados miembros.
El compromiso ha sido posible después de que el Ejecutivo comunitario propusiera trocear Galileo en seis partes con el objetivo de garantizar que toda la industria comunitaria se beneficie de contratos para participar en la construcción del proyecto.
El Ejecutivo comunitario propone además que una misma empresa sólo pueda adjudicarse como máximo dos segmentos del proyecto y que cada contratista que gane una licitación esté obligado a subcontratar el 40% del trabajo que le corresponde a otras compañías que hayan quedado descartadas.
Fuente: Astro Web
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